Mucho más dulce que el vino de la vida.
La felicidad de una familia no es más que beber el vino familiar en la mesa de la cena. Le pediste a papá que le enseñara el secreto de la carne guisada. Papá sonrió, tomó la copa de vino y dijo: Me temo que no volverás a casa después de aprender el oficio. Ahora estás bebiendo con tu familia, eres feliz y estás doblemente feliz.
Amplía la información y capta el sentido de la proporción. Los altibajos de la vida, las ganancias y pérdidas del amor y el odio, te muestran lo que es deseable y lo que no.
La vida es como una copa de vino, especiada y dulce, fuerte y ligera, sólo tú conoces el sabor. Otros sólo ven tu superficie, sólo tú puedes sentir tu corazón. La vida es como una copa de vino: no puedes beberla sin cesar, no puedes saborearla demasiado rápido, no puedes saborearla demasiado lentamente y pierdes la sensación.
Agarra el ritmo de la vida, detente y descansa cuando estés cansado, anímate cuando la vida esté estancada, encuentra un buen ritmo y no descarriles tu vida. La vida es como una copa de vino, diferentes vinos representan vidas diferentes.