¿Cuáles son algunos consejos para dejar que los cálculos en las amígdalas pasen por sí solos?
Método 1: Utilice hisopos de algodón para expulsar las piedras usted mismo.
1. Primero, necesitas un espejo, hisopos de algodón médicos o agujas para el acné.
2. Abre la boca y emite un sonido de "ah". En este momento, los músculos en la parte posterior de la garganta se tensan y las amígdalas empujarán hacia adelante, lo que hará que sea más fácil ver las piedras;
3. las criptas de las amígdalas se abrirán;
4. Humedezca el hisopo de algodón y presione el exterior repetidamente. En este momento, el cálculo será expulsado;
5. Es mejor usar agujas antiacné después de la desinfección, pero es fácil de sangrar. Pruébalo en casa y practica más.
Método 2: Utiliza una lengua flexible.
1. Primero enjuágate la boca, enjuágate con la mayor cantidad de agua posible hasta la parte más profunda de la garganta y luego haz diferentes sonidos en la boca. Sentirás que se mueven las amígdalas. para que el agua pueda limpiar las amígdalas tanto como sea posible;
2. Una vez completado el primer paso, se aflojarán las piedras de las amígdalas y luego se apretarán las amígdalas con la base de la lengua. . Las amígdalas saldrán de forma natural porque se mueven;
3 Puede que no sea fácil al principio, pero dominarás después de practicar unos días más.
4. Al final tendrás la boca más grande, te pondrás un traje de vómito y toserás fuerte. Toserá con los pulmones en lugar de con la garganta. En este momento encontrará que se han tosido algunas partículas. Estas son piedras en las amígdalas.
Ten en cuenta que el truco anterior para ayudar a que los cálculos de las amígdalas se desmayen por sí solos puede no ser adecuado para todos. Algunas personas no pueden eliminar los cálculos por mucho que lo intenten. Lo mejor es acudir al departamento de odontología del hospital y dejar que un médico profesional se encargue de ello. Los cálculos en las amígdalas son fáciles de reaparecer. Preste más atención a la higiene bucal, no respire por la boca y trate de no someterse a una amigdalectomía.