Un par de fosas nasales, ¿verdad?
Como dos fosas nasales
¿Cuántas fosas nasales tiene una persona?
¿Dos? ¿Cuatro? ¿Seis?
Ya son las cuatro. Dos que puedes ver, dos que no puedes ver.
Este descubrimiento proviene de observaciones de la respiración de los peces. Los peces obtienen su oxígeno del agua. La mayoría de ellos tienen dos pares de fosas nasales, una mirando hacia adelante y otra hacia atrás. La pregunta es, si los humanos evolucionaron a partir de peces, ¿dónde está el otro par de fosas nasales?
La respuesta es: Las fosas nasales humanas han degenerado hacia el interior de la cabeza, llamado “choana”, que en griego se llama “embudo”. Estas fosas nasales están conectadas a la garganta y nos permiten respirar por la nariz.
Para ello es necesario mover el par de "coanas" hacia atrás a través de los dientes. Suena increíble, pero recientemente científicos chinos y suecos descubrieron que esta función respiratoria ha evolucionado a mitad de camino en el "pez de aleta primitivo" (un pez originario de China hace 395 millones de años). Este pez tiene dos agujeros entre los dientes frontales, similares a las fosas nasales.
Este pez es el ancestro primitivo de los animales terrestres. Puede respirar tanto aire como agua. Un par de fosas nasales posteriores le permite habitar en aguas poco profundas para alimentarse, mientras que el otro par de fosas nasales emerge del agua como un cocodrilo.
Se pueden observar espacios similares en el medio de los primeros dientes de los fetos humanos. Si los espacios no están conectados, se convierte en paladar hendido. Parece que un antiguo fósil de pez explica el misterio.
Por cierto, las últimas investigaciones sobre las fosas nasales demuestran que podemos utilizar dos fosas nasales externas para detectar diferentes olores y crear un sonido nasal tridimensional en función de la cantidad de aire inhalado.