¿Qué debo hacer si mi hijo tiene autismo?
En primer lugar, no etiquetes a tu hijo como “autista” fácilmente. El autismo es un trastorno complejo del desarrollo neurológico caracterizado por interacciones sociales, comunicación verbal, intereses y comportamientos. Si efectivamente se diagnostica como autismo mediante una evaluación realizada por una organización profesional. Es necesario considerar el entrenamiento y el tratamiento de recuperación adecuados. Aquí hay algunas formas comunes de lidiar con esto.
Intervención conductual, el método más utilizado. Predecir el comportamiento a través de la teoría conductista del "estímulo-respuesta-refuerzo". La aplicación en la enseñanza es que los profesores dividen el contenido de aprendizaje en unidades didácticas más pequeñas, con el objetivo de enseñar a los niños a dominar el principio de conexión de "estímulo-respuesta-refuerzo" y adquirir habilidades específicas. Aprendizaje moderno basado en oportunidades, capacitación en respuesta crítica y más.
Terapia del Tiempo de Suelo. Esto se debe a que a los niños les gusta jugar en el suelo en casa. Este método enfatiza que los padres y los niños participan juntos en una gran cantidad de actividades y juegos creativos en el ambiente hogareño, ayudando así a los niños con autismo a formar experiencias emocionales y desarrollar relaciones entre padres e hijos.
La intervención de desarrollo interpersonal tiene como objetivo cultivar las habilidades interpersonales y sociales de los niños con autismo y otros trastornos de la comunicación, ayudando así a los niños con autismo a mejorar sus intereses interpersonales y sus habilidades de comunicación. Musicoterapia: incluye cuatro tipos: escucha, activa, improvisación e integración. Tiene como objetivo promover la relación y la comunicación entre los niños y los terapeutas, ampliando así la comunicación con los demás.
La terapia educativa con juegos fue utilizada originalmente por psicólogos como Freud en los Estados Unidos para ayudar a los niños con habilidades lingüísticas débiles a aliviar su angustia psicológica. Más tarde, los expertos médicos y los profesores de educación especial del siglo XIX descubrieron que la terapia de educación con juegos también tenía múltiples efectos en niños con necesidades especiales como el autismo, como aliviar la angustia psicológica, promover el desarrollo cognitivo y mejorar las habilidades de comunicación interpersonal y social.