¿Qué tipo de lunares son más peligrosos y pueden causar cáncer?
, que pone en peligro la vida de las personas, se trata del melanoma maligno, un tumor altamente maligno derivado de los melanocitos. Debido a que el melanoma maligno se parece mucho a los lunares comunes, los pacientes a menudo son mal diagnosticados y mal tratados. Por lo tanto, una comprensión integral del melanoma maligno es clave para mejorar la supervivencia del paciente y las tasas de curación.
Generalmente, los siguientes cambios en los lunares indican la posibilidad de un melanoma maligno: 1.
Los colores abigarrados suelen ser un signo de lesiones malignas. El melanoma maligno diseminado superficial y de tipo peca a menudo se mezcla con rojo, blanco o azul en marrón o negro. El azul es un signo siniestro. Además, el melanoma maligno nodular siempre es de color negro azulado o gris. 2.
Los bordes suelen ser desiguales y dentados. 3.
La superficie no es lisa, generalmente rugosa, acompañada de descamación escamosa o escamosa y, en ocasiones, sangrante o sangrante. 4.
La piel circundante puede volverse edematosa o perder su brillo original y volverse blanca o gris. 5.
A menudo hay picazón, ardor o sensibilidad local. Cuando un lunar continúa desarrollándose hasta convertirse en una lesión ulcerosa, irá acompañado de supuración y sangrado, y la sensación de escozor o ardor se volverá más evidente. 6.
Aparecerán nódulos alrededor del lunar o se acompañarán de un agrandamiento de los ganglios linfáticos regionales, que son manifestaciones de etapa media a tardía.
Son muchas las causas del melanoma maligno: radiación ultravioleta, transformación maligna de lunares mal estructurados, herencia, traumatismos, anomalías endocrinas, inmunodeficiencia o baja inmunidad, etc.
Aunque los lunares en la superficie del cuerpo corren el riesgo de transformarse en malignos, no da miedo siempre que notes sus cambios. Siempre que se logre una detección temprana y un tratamiento temprano, el melanoma maligno se puede curar por completo.