El examen físico reveló dolor lumbar inflamatorio. ¿Cuáles son los síntomas de esta enfermedad en la vida diaria?
La inflamación del disco intervertebral se manifestará como dolor lumbar. La mayoría de los pacientes tendrán dolor lumbar evidente y dolor de percusión inferior. Estos dolores migrarán lentamente al músculo psoas mayor, causando un dolor evidente durante todo el proceso. de bajar la cabeza. Si la discitis es grave y aparecen quistes grandes, los nervios se irradiarán a lo largo de la columna lumbar hasta las piernas y luego se dañarán, provocando dolor, entumecimiento e incluso debilidad muscular en las extremidades inferiores. En casos graves, puede producirse claudicación intermitente, atrofia muscular y dificultad para ir al baño. Los factores clave son la degeneración del mecanismo del disco intervertebral lumbar, la dehiscencia del anillo fibroso, la hernia o deslizamiento del núcleo pulposo y la compresión de las raíces nerviosas adyacentes debido a factores como traumatismo, fatiga prolongada o postura irracional.
El síntoma clínico de la lumbalgia difusa es la lumbalgia. Cuando es intenso, el dolor puede irradiarse a la raíz del muslo o la pantorrilla. El dolor puede durar de 1 a 2 meses y es probable que dure muchos años. El dolor empeora cuando cambia el clima. Debido a que el dolor es más evidente, también limitará las actividades abdominales. Algunos pacientes ni siquiera pueden bajar la cabeza para recoger objetos. Cuando son intensos, incluso pueden desarrollar una deformidad de la columna. Después de que se produce dolor lumbar difuso, se requiere un examen físico completo para identificar la causa del dolor lumbar difuso y proporcionar un tratamiento adecuado para la enfermedad primaria. También es necesario reforzar la atención médica, prestar más atención al descanso, evitar el ejercicio excesivo, llevar una dieta equilibrada y mejorar la nutrición.
Al principio, muchas lesiones inflamatorias que ocupan espacio pueden causar dolor en la parte baja de la espalda, que se puede dividir en dos categorías: la primera categoría son las enfermedades infecciosas, generalmente Mycobacterium tuberculosis, varias bacterias ulcerosas, como el amarillo dorado. Staphylococcus aureus, Streptococcus COVID-19, Escherichia coli o bacterias tifoideas provocan inflamación infecciosa cuando invaden los tejidos abdominales y subcutáneos. El segundo tipo es la inflamación estéril y detectable, como la inflamación de los huesos y del tejido subcutáneo causada por el frío, la humedad, las alergias o las enfermedades reumáticas. Las principales manifestaciones patológicas son extravasación, hinchazón y transformación del periostio, tendón y miofascia.