Medidas de enfermería para niños con parálisis cerebral
1. El cuidado diario orienta a los padres y otros miembros de la familia a cuidar adecuadamente a los niños. Las actividades de la vida diaria son las actividades más fundamentales para que las personas mantengan la vida, como comer, cambiarse de ropa, lavarse, ir al baño, etc. Los niños con parálisis cerebral suelen tener muchas discapacidades, por lo que requieren cuidados y formación diarios. Preste atención a la postura del niño al cambiarse de ropa. Suele ser más conveniente desvestirlo sentado. Elija ropa que sea fácil de poner y quitar para su hijo. Al cambiarse de ropa, primero se debe poner y luego quitar la extremidad del lado gravemente enfermo. Preste atención a cultivar la capacidad de los niños para cambiarse de ropa de forma independiente. Según la edad del niño, realice prácticas de higiene y aseo y desarrolle el hábito de defecar y defecar con regularidad. A medida que aumenta la edad, se puede enseñar a los niños a predecir a los adultos antes de defecar, aprender a usar papel higiénico, ponerse y quitarse pantalones, etc.
2. El cuidado dietético debe proporcionar alimentos ricos en calorías, ricos en proteínas, ricos en vitaminas y fáciles de digerir. Los niños que tienen dificultades para comer de forma independiente deben recibir formación dietética. Al alimentar, no retire con fuerza la cuchara cuando el niño esté apretando los dientes para evitar dañar los dientes. Al alimentar, la cabeza del niño debe mantenerse en la posición media, ya que inclinar la cabeza hacia atrás puede provocar la inhalación de cuerpos extraños. Deje que los niños aprendan a comer y deshazte de las situaciones de alimentación de otras personas lo antes posible. Si no se puede garantizar el aporte calórico del niño, se puede realizar alimentación nasal.
3. Cuidado de la piel Los niños con parálisis cerebral que están gravemente enfermos y no pueden permanecer sentados durante largos periodos de tiempo suelen estar postrados en cama durante largos periodos de tiempo. La posición acostada de lado es adecuada para todo tipo de niños con parálisis cerebral. Las enfermeras frecuentemente ayudan a los niños a darse vuelta para minimizar el reposo en cama durante el día. Limpie la orina y las heces rápidamente, mantenga la piel limpia y prevenga escaras u otras infecciones secundarias.
4. Entrenamiento funcional Las lesiones cerebrales de los niños paralizados son estáticas, pero los defectos neurológicos que provocan no son permanentes. Si no se proporciona un tratamiento adecuado a tiempo, se corregirán posturas y patrones de movimiento anormales, mientras que se producirán contracturas de tendones y deformidades de huesos y articulaciones, lo que agravará aún más el retraso mental. El tejido cerebral infantil tiene una gran plasticidad y una fuerte capacidad compensatoria. Se pueden lograr mejores resultados si la rehabilitación se realiza correctamente. Las extremidades paralizadas deben mantener posiciones funcionales y realizar movimientos pasivos o activos para promover la actividad muscular y articular y mejorar el tono muscular. También se puede combinar con masajes, masajes, acupuntura y fisioterapia. Para deformidades graves de las extremidades, se puede considerar la corrección quirúrgica después de los 5 años. Los niños con trastornos del lenguaje deben ser entrenados de acuerdo con las reglas del desarrollo normal del lenguaje, especialmente entre los 0 y los 6 años, que es un período crítico para el aprendizaje del lenguaje. Debemos brindar a los niños una rica estimulación del lenguaje, alentarlos a hablar en voz alta, corregir el habla anormal y continuar con el entrenamiento del lenguaje para mejorar su capacidad de adaptarse a la vida social.
6. La parálisis cerebral rara vez se diagnostica en la primera infancia y no muestra las características de varios síndromes a la edad de 2 años. Se debe seguir de cerca a los niños que se sabe que tienen un alto riesgo, incluida cualquier evidencia de traumatismo en el parto, asfixia, ictericia, meningitis o antecedentes de convulsiones neonatales, hipotonía, hipertonía y reflejos deprimidos.
Antes de la aparición de síndromes motores específicos, estos niños presentan un desarrollo motor detenido, reflejos infantiles persistentes, hiperreflexia y cambios en el tono muscular. Cuando el diagnóstico o la causa son inciertos, una tomografía computarizada o una resonancia magnética del cerebro puede ser útil.
La parálisis cerebral debe distinguirse de los trastornos neurológicos hereditarios progresivos o de afecciones que requieren cirugía u otros tratamientos neurológicos especializados. Las formas relativamente raras de ataxia son particularmente difíciles de distinguir. Muchos niños con ataxia eventualmente desarrollan una enfermedad degenerativa cerebelosa progresiva. En los hombres, hay extremidades arrastradas, automutilación e hiperuricemia que sugieren síndrome de Lesch-Nyhan. Las anomalías cutáneas y oculares sugieren esclerosis tuberosa, neurofibromatosis, ataxia telangiectasia, enfermedad de von Hepp-Lindau o síndrome de Sturge-Weber. La atrofia muscular espinal, la degeneración espinocerebelosa y la distrofia muscular en la infancia a menudo carecen de signos de encefalopatía. La adrenoleucodistrofia ocurre al final de la infancia.
Las pruebas de laboratorio pueden ayudar a descartar ciertos trastornos bioquímicos progresivos que afectan al sistema motor (como la enfermedad de Tay-Sachs, la leucodistrofia metacromática y las mucopolisacaridosis). Otras anomalías progresivas (como la distrofia axonal en los bebés) no pueden descartarse mediante pruebas de laboratorio y deben descartarse mediante un examen clínico y patológico. Los niños con retraso mental significativo y trastornos del movimiento simétrico deben ser examinados para detectar aminoácidos y otras anomalías metabólicas.