¿Qué medicamentos debo tomar después de la cirugía de stent cardíaco?
En general, los pacientes con enfermedad coronaria sólo se someterán a un tratamiento intervencionista cardíaco cuando la angiografía coronaria muestre que el grado de estenosis del vaso sanguíneo alcanza más del 70%. Sin embargo, los stents solo pueden resolver la estenosis en un lugar determinado. Ciertas partes de la estenosis de la arteria coronaria no pueden resolverse con stents. Además, todavía existen ciertos riesgos en la etapa inicial después de la intervención del stent, y es fácil que se forme trombosis, por lo que. hay que insistir en tomar antiagregantes plaquetarios, etc.
2. Mantener buenos hábitos de alimentación y vida.
Después de la cirugía de stent cardíaco, debe controlar su dieta, comer alimentos bajos en calorías, bajos en azúcar, bajos en aceite, bajos en colesterol, bajos en sal, ricos en proteínas, ricos en fibra dietética y Complementar adecuadamente vitaminas y oligoelementos, aceite de pescado de aguas profundas y fosfolípidos de soja. Preste atención a dejar de fumar, mantener un horario regular de trabajo y descanso, controlar sus emociones y hacer ejercicio adecuadamente bajo la supervisión de un médico si las condiciones lo permiten. El profesor Guo Lan dijo que normalmente hace ejercicio de 3 a 5 veces por semana, de 20 a 60 minutos cada vez, principalmente ejercicio aeróbico.
3. Hay que controlar los factores de riesgo.
Aunque la implantación de un stent ensancha las arterias coronarias gravemente estenóticas, restablece el suministro normal de sangre al miocardio, alivia la angina y previene complicaciones graves, la cirugía no resuelve el riesgo de oclusión vascular como el factor dislipidemia. Por tanto, sigue siendo necesario reforzar el control de los factores de riesgo tras la implantación del stent, entre ellos la hipertensión, la hiperlipidemia, la diabetes, la obesidad, el tabaquismo, etc. Las personas con dislipidemia deben tomar estatinas orales además de fármacos antitrombóticos. Los pacientes con hipertensión y diabetes deben tomar medicamentos antihipertensivos y antidiabéticos al mismo tiempo, y los pacientes obesos deben controlar su peso.
4. Haga un seguimiento periódico y preste atención a las señales de peligro.
Los stents no pueden curar el problema, por lo que los pacientes que se han sometido a una cirugía intervencionista deben prestar atención a exámenes postoperatorios periódicos.
La opresión en el pecho y el dolor son signos de peligro de recurrencia. Si tales síntomas aparecen dentro de un mes después de la intervención, se debe considerar la posibilidad de trombosis. Si se produce opresión y dolor en el pecho dentro de medio año, y los síntomas son particularmente similares a los del episodio anterior, se debe sospechar altamente de reestenosis (es decir, el sitio donde se coloca el stent se vuelve a estrechar). A medida que la reestenosis se vuelve más grave, el sitio donde se colocó el stent puede bloquearse por completo, lo que resulta en un infarto agudo de miocardio. La colocación de un stent solo alivia parcialmente la importante estenosis de los vasos sanguíneos, y algunos vasos sanguíneos tienen una estenosis inferior al 70%. Los médicos generalmente creen que no es necesario colocar un stent por el momento. Si estos vasos sanguíneos no se controlan bien, se puede desarrollar estenosis, lo que provoca opresión y dolor en el pecho. Una vez que se presenten estos síntomas, busque tratamiento médico de inmediato.
Suplemento de respuesta
Actualmente, los fármacos para el tratamiento clínico de las enfermedades trombóticas se dividen principalmente en tres categorías: antiagregantes plaquetarios, anticoagulantes y trombolíticos.
Los fármacos antiplaquetarios se utilizan en pacientes tras una cirugía intervencionista para inhibir la adhesión, agregación y liberación de plaquetas, previniendo así la trombosis. Los fármacos tradicionales utilizados clínicamente incluyen principalmente aspirina, dipiridamol (dipiridamol) y ticlopidina. En la actualidad, el dipiridamol es el fármaco más utilizado en la práctica clínica. La ticlopidina tiene efectos adversos potencialmente graves y su uso clínico es muy limitado.
Las directrices autorizadas de muchos países generalmente recomiendan 100 mg/día de aspirina para uso a largo plazo en la prevención primaria y secundaria de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. La práctica clínica a largo plazo también ha confirmado que la aspirina es el fármaco antiplaquetario más rentable.