¿Cómo entender la interdependencia de los dientes y el hueso alveolar?
Incluso con dentaduras postizas, el hueso alveolar se absorbe gradualmente tras la pérdida de dientes. Cuanto más largo es el período, más hueso alveolar se pierde. Tallgren (1967, 1969) hizo un seguimiento de pacientes que llevaban prótesis dentales completas. Descubrió que durante la primera mitad del período de la prótesis, el hueso alveolar en la parte frontal de la mandíbula inferior era dos veces más alto que el de la mandíbula superior. Después de 7 años, el hueso alveolar en la parte frontal de la mandíbula es cuatro veces mayor que el de la mandíbula superior, y el hueso alveolar de la mandíbula se ha reabsorbido mucho más que el de la mandíbula superior. Esto se debe principalmente a la pérdida de sensación dental después de la extracción total del diente, y toda la tensión se transfiere de los dientes al mucoperiostio, provocando una resorción progresiva del hueso alveolar. También puede ser que debido al tamaño y la forma de la mandíbula, el hueso alveolar de la mandíbula sea más sensible a las diversas fuerzas funcionales y no funcionales transmitidas por la dentadura postiza que el maxilar.
Crum et al (1978) compararon la resorción ósea en pacientes que llevaban prótesis dentales completas y pacientes que llevaban sobredentaduras completas. Después de 5 años de seguimiento, se encontró que las sobredentaduras con dientes caninos pueden preservar el hueso alveolar. Midieron la resorción ósea vertical en el maxilar anterior y la cresta alveolar mandibular mediante radiografías y modelos de estudio. Se encontró que la resorción ósea era ocho veces mayor en pacientes con dentaduras postizas completas mandibulares (5,2 mm) que en pacientes con sobredentaduras (0,6 mm). Esto demuestra plenamente que el uso de una sobredentadura retrasará en gran medida la absorción del hueso alveolar.