¿Qué es la miastenia gravis?

La miastenia gravis es una enfermedad autoinmune adquirida asociada con una disfunción de la transmisión de la unión neuromuscular. La lesión se localiza en la membrana postsináptica de la unión neuromuscular y el número de receptores de acetilcolina (AChR) en esta membrana se reduce después del daño. Las características clínicas son fatiga extrema de algunos o todos los músculos esqueléticos, los síntomas generalmente empeoran con el ejercicio y se alivian con el reposo y el tratamiento con fármacos anticolinesterásicos.

La miastenia gravis es una enfermedad autoinmune relacionada con una disfunción autoinmune. Los receptores de acetilcolina en la membrana postsináptica de la unión neuromuscular del paciente son atacados por autoanticuerpos, lo que provoca síntomas miasténicos, que también están estrechamente relacionados con factores genéticos.

Puede ocurrir en cualquier grupo de edad, pero hay dos picos de incidencia por edad, a saber, entre los 20 y los 40 años y entre los 40 y los 60 años. Lo primero ocurre con más frecuencia en mujeres que en hombres y lo segundo es más común. El 10% de los pacientes tienen menos de 10 años y las personas mayores tienen más probabilidades de desarrollar timoma.

Después de diagnosticar la miastenia gravis, primero se deben administrar inhibidores de la colinesterasa y se pueden usar hormonas para suprimir la reacción autoinmune. Los pacientes que cumplen las indicaciones pueden someterse a resección quirúrgica del timo o radioterapia, y la crisis gravis miasténica debe identificarse y luego rescatarse activamente.

La mayoría de los pacientes requieren un tratamiento continuo y a largo plazo.

Ajuste dietético

Se recomienda que los pacientes consuman suficientes proteínas y vitaminas, ingieran alimentos menos irritantes y principalmente alimentos ligeros y nutritivos.

Enfermera

Los pacientes con miastenia gravis deben cooperar activamente con el tratamiento médico, someterse a exámenes periódicos, mantener una actitud optimista, tener confianza para vencer la enfermedad, trabajar con regularidad, prestar atención a descansar y hacer ejercicio adecuadamente.

Cuidados diarios

Seguir las indicaciones del médico, tomar los medicamentos a tiempo y realizarse controles periódicos.

Comprenda las reacciones adversas y las precauciones de diversos medicamentos, y busque tratamiento médico con prontitud cuando se presenten síntomas adversos.

Mantener buenos hábitos de vida y realizar ejercicio adecuado.