Si los gases residuales no se eliminan suavemente del cuerpo, ¿qué parte del cuerpo puede tener un problema?
En nuestra vida diaria, tirarse pedos es algo muy normal, pero a algunas personas les da vergüenza tirarse pedos delante de otras personas y se abstienen. En realidad, esto es muy malo para el cuerpo, así que preste más atención. Nuestro cuerpo nos recordará a través de algunos cambios y manifestaciones físicas detalladas que puede haber problemas con ciertas funciones u órganos del cuerpo, como tirarse pedos con frecuencia.
Respira hondo: Respira hondo frente al espejo. Si hueles un olor fuerte, ¡ten cuidado! Más del 60% del "mal aliento" es causado por enfermedades dentales. Cuando las bacterias invaden los espacios entre las raíces de los dientes y las encías, se multiplican y causan gingivitis, produciendo un "aliento" desagradable. Además, si no te limpias bien la boca, la placa formada por los residuos de comida también provocará que tu aliento huela mal. Se recomienda una limpieza dental exhaustiva.
Dooling: Después de despertarte por la mañana, ¿sientes babeo en la comisura de la boca? El babeo es causado por una producción excesiva de saliva. Puede ser que su función gastrointestinal sea débil y no pueda absorber completamente el agua, lo que provoca retención de agua y saliva diluida, por lo que fluye hacia la boca. Si aún experimenta ruidos intestinales y estomacales, lo mejor es consultar a un gastroenterólogo.
Cuando comemos, si lo hacemos demasiado rápido, con la masticación entrará algo de aire al cuerpo, lo que aumentará los gases en el tracto gastrointestinal y provocará un aumento en el número de pedos. Esta es una función corporal normal y no requiere ningún tratamiento.
Si el pedo huele agrio, significa que hay un problema con el sistema digestivo del cuerpo. Independientemente de la función del tracto gastrointestinal, es posible tirarse más pedos y eructar más. Debes comer algo para ayudar a la digestión en este momento.
En la dieta diaria existen muchos alimentos que pueden provocar una producción excesiva de gases, como el boniato, la patata y otros alimentos con almidón. Por lo tanto, coma más frutas y verduras frescas después de las comidas o en horarios habituales.
Cuando hay un problema cardíaco, el brazo izquierdo estará adolorido, entumecido y doloroso.
Hay un problema con el hígado y mis pantorrillas tienden a sufrir calambres cuando duermo por la noche.
Cuando hay un problema renal, la voz no puede salir y se vuelve ronca.
Cuando hay un problema con el bazo y el estómago: migraña.
Cualquier intento de cambiar el reloj biológico dejará enfermedades inexplicables en el organismo, ¡y será demasiado tarde para arrepentirse veinte o treinta años después!
El cuerpo es una estructura de tejido mágica, y te dará algunas advertencias cuando haya algún problema. Por eso, en la vida diaria siempre debemos prestar atención a los cambios físicos y buscar un diagnóstico y tratamiento oportuno.