¿Qué causa las malformaciones vasculares cerebrales en los niños?
Los aneurismas quísticos intracraneales congénitos son poco frecuentes en los niños. Ocurre principalmente en la arteria carótida interna, las arterias comunicantes anterior y posterior o las arterias vertebrobasilar en la base del cráneo. La capa elástica y la capa muscular de la arteria local se vuelven frágiles y sobresalen hacia el interior del tumor, generalmente menos de 1 cm. Los hemangiomas venosos son relativamente comunes, ocurren a menudo en los hemisferios cerebrales y son más comunes en niños mayores. Las neuroimagenes muestran que el diámetro de las malformaciones vasculares oscila entre varios centímetros y alrededor del 15% tiene calcificación. Los hemangiomas cavernosos se encuentran principalmente en los hemisferios cerebrales y son vasos sanguíneos densos y de paredes delgadas. A menudo se descubre de manera incidental en la niñez y es asintomática. Los síntomas suelen aparecer en la vejez o la edad adulta y son principalmente epilepsia, dolor de cabeza y hemorragia cerebral. Casos familiares comunes, herencia dominante. También se pueden observar hemangiomas cavernosos similares de la retina, el hígado, los riñones y la piel.
La cefalea pulsátil se localiza en el lado afectado y puede acompañarse de soplo vascular intracraneal. El sangrado suele ser el primer síntoma y se manifiesta como hemorragia subaracnoidea o hematoma intracerebral. 3. La epilepsia puede tener sus primeros síntomas o ocurrir después de una hemorragia. La mayoría de ellas son convulsiones sistémicas o locales que tienen importancia de localización. Los síntomas locales de las lesiones supratentoriales pueden incluir psicosis, hemiplejía, afasia, dislexia, errores de cálculo, etc. Debajo de las cortinas, son más comunes síntomas como mareos, diplopía, nistagmo y marcha inestable.
La radiografía simple de cráneo mostró erosión de la placa intracraneal y ensanchamiento circular de la arteria meníngea media, lo que sugiere anomalías vasculares. La TC de cabeza puede detectar hematomas y ofrecer la posibilidad de anomalías vasculares. Resonancia magnética de la cabeza: mejor que la tomografía computarizada, no solo puede mostrar vasos sanguíneos anormales y su relación con el tejido cerebral circundante, sino que también distingue hemorragia y calcificación. La angiografía cerebral es el método de diagnóstico principal y más confiable para esta enfermedad, y se puede realizar una terapia intervencionista endovascular.