Linfoma tumoral espinal infantil
Algunos padres pueden corregir ocasionalmente la postura de sus hijos durante la tarea, pero no se lo tomarán demasiado en serio. Piensan que sus hijos se corregirán naturalmente cuando crezcan, pero no saben que un mal hábito tan pequeño puede tener graves consecuencias.
Recientemente, una niña de 13 años de Hengshui, provincia de Hebei, ingresó en el hospital debido a una postura incorrecta al hacer la tarea. Después del examen, a la niña le diagnosticaron escoliosis grave.
Según el médico que atendió a la paciente, la pequeña tenía los hombros altos y bajos cuando llegó por primera vez al hospital. Después de otro examen, se descubrió que la niña tenía una escoliosis grave. Después de comunicarse con los padres de la niña, el médico descubrió que la postura habitual de la niña al hacer los deberes no era la correcta, lo que provocó escoliosis aproximadamente un año después.
El médico también dijo que dada la condición actual de la niña, si no se trata a tiempo, a la larga provocará una altura de los hombros, longitud de las piernas e incluso deformidad del cuerpo. No sólo afecta la salud física del niño, sino que también es fácilmente ridiculizado y excluido por sus compañeros de clase debido a su apariencia en la escuela, lo que lleva a una baja autoestima y al autismo.
Según datos relevantes, la probabilidad de padecer escoliosis entre los adolescentes de nuestro país alcanza el 5,4, lo que significa que uno de cada 20 niños padece escoliosis. Lo más aterrador es que algunos niños tienen escoliosis grave y sus padres no saben a dónde acudir para recibir tratamiento.
Los médicos recuerdan: los padres deben prestar más atención a los hábitos de vida de sus hijos, su postura al sentarse, etc. En casos de escoliosis postural como el de la niña mencionada anteriormente, la intervención oportuna es totalmente posible. Por lo tanto, si los padres descubren que la postura sentada de sus hijos es irregular, deben recordarles de inmediato que la corrijan. Si se ha desarrollado escoliosis, debe llevar a su hijo al hospital a tiempo.
Cuando era niño, el profesor enseñaba a todos los alumnos la postura correcta para sentarse. Ahora sé que una postura incorrecta puede tener consecuencias muy graves.
Con la escoliosis postural, los niños tendrán los hombros altos y bajos. , los padres aún pueden detectarlo a tiempo, pero en la vida diaria los niños presentan un síntoma que los padres fácilmente ignoran, es decir: dolor de espalda.
Quizás en nuestra vida diaria, el dolor lumbar sea relativamente común en los adultos, causado principalmente por espondilosis cervical, distensión muscular, hombro congelado, etc. , y la mayoría de ellos son inofensivos.
¿Qué hacer con el bebé? Según un estudio extranjero, la proporción de pacientes con dolor de espalda en los servicios de urgencias pediátricos es inferior a 0,4, lo que significa que hay menos de 1 paciente entre 200. ¿Crees que la probabilidad es baja?
Sin embargo, los niños con dolor de espalda persistente o que empeora suelen tener tumores o lesiones infectadas. Se realizó un estudio de seguimiento en 61 niños con dolor lumbar. Treinta y dos de los niños tenían lesiones graves y en 9 de ellos se encontraron lesiones infecciosas y tumorales.
¿Te sientes fatal cuando ves esto? Los pequeños problemas pueden ocultar los grandes, entonces, ¿cuáles son algunas señales de alerta que los padres de niños con dolor de espalda deben tener en cuenta?
Para los adultos, el dolor de espalda es probable que sea una distensión muscular provocada por largas jornadas de trabajo, pero para los niños, especialmente los menores de 4 años, esta situación es casi inexistente. Por lo tanto, en el caso de los niños pequeños, si se produce dolor de espalda, los padres deben llevarlos al hospital para que los examinen a tiempo y descartar tumores e infecciones.
Si sólo duele un poco, estará bien en unos meses y los padres podrán observarlo primero. Sin embargo, si hay dolor intenso, dolor persistente o incluso dolor en las nalgas y las extremidades inferiores, y el dolor afecta las actividades diarias del niño, los padres deben prestarle atención y llevar al niño al médico a tiempo.
Si un niño tiene dolor de espalda y fiebre, puede ser una infección de la columna o paravertebral, como osteomielitis, absceso espinal, etc. Si el dolor de espalda se acompaña de fiebre y pérdida de peso, puede indicar tumores malignos, como leucemia, linfoma, etc., y los padres deben prestar atención.
Además, el historial médico también es muy importante. El médico debe combinar las condiciones previas del niño para determinar la dirección del diagnóstico inicial. Por ejemplo, si un niño con antecedentes de tumores malignos tiene dolor de espalda, se debe descartar a tiempo la posibilidad de metástasis; para las personas que han estado en contacto con pacientes comórbidos en el pasado, si tienen dolor de espalda, deben hacerlo; Compruebe de inmediato si se trata de tuberculosis espinal.
Finalmente, ¡espero que todos los niños puedan crecer sanos y sin preocupaciones!