¿Sabes lo que se siente estar solo?
Siempre que las luces están encendidas y mi esposo no está cerca, siempre me siento sola, porque creo que el matrimonio se trata de acompañarse el uno al otro, y cuando más necesito compañía, él siempre no está. Aunque lo espero todos los días, esperar a alguien es lo más solitario para mí, porque nunca sé cuándo volverá y qué hará el próximo segundo. El proceso de espera es largo. Siempre espero que regrese pronto, pero nunca regresa de inmediato. Siempre regresa después de un agotamiento infinito. Y siempre espero que se canse lo antes posible para poder volver lo antes posible. Pero son sólo mis pensamientos. A medida que avanzaba la noche, se sentía más renovado. Entonces, mientras lo esperaba, me pareció muy largo. A veces, desde el anochecer hasta la medianoche, la sensación de espera me hace sentir agraviado y solo.
Cuando un niño llora pero nadie puede compartirlo conmigo, yo también me siento muy solo, porque siempre estoy solo y nadie puede compartir cosas conmigo. En cualquier momento estoy solo. Aceptaré todo lo bueno y lo malo y lo digeriré yo mismo. No importa lo duro o infeliz que sea en el camino de criar a mis hijos, me tragaré mi ira y nunca me quejaré, porque nadie escuchará mis quejas. Entonces, cuando estaba criando a mis hijos, me sentía muy sola cuando no tenía a nadie con quien compartir conmigo ni a nadie que me acompañara. Es como si el niño me perteneciera sólo a mí. Siempre que necesito resolver algún problema por mi cuenta, me siento solo. Como nadie puede salvarme de la soledad, todavía tengo que vivir un ciclo interminable todos los días.
Me siento solo cuando las personas que más me importan no pueden entenderme a mí mismo. Porque las mujeres realmente tienen demasiados agravios y quejas cuando viven en este mundo. Cuando nos detenemos, esperamos que alguien pueda escuchar nuestro corazón, pero cuando caminamos, no encontramos a nadie que pueda escuchar nuestro corazón y nos sentimos muy perdidos. Porque al fin y al cabo nadie puede acompañarnos en los momentos más difíciles. Aunque solía hablar y reír con muchos amigos cuando era realmente infeliz. Nadie puede calmarse y escucharme contar todas mis experiencias, nadie tiene tiempo para escuchar, nadie quiere parar. Esto me hace sentir muy sola. No importa cuántos amigos tenga, no hay nadie que realmente pueda acompañarme.
Así que conozco mejor el sentimiento de soledad, porque siempre he sido el más solitario.