Composición sobre la historia de la rata blanca hembra
El gran amor maternal de la cobaya
El señor Wade es un investigador médico. Una vez utilizó ratones para realizar una serie de experimentos médicos con tumores. Inyectó líquido que contenía tumores en los cuerpos de ratones y los tumores crecieron día a día como se esperaba. Los ratones parecieron sentir los tumores en sus cuerpos y comenzaron a volverse maníacos e inquietos, a menudo saltando arriba y abajo dentro de la jaula. Finalmente, un día, el Sr. Wade descubrió que el ratón blanco parecía haber tomado una gran determinación, usando sus garras y dientes para morder locamente los tumores de su cuerpo y se los tragó juntos. El lugar mordido estaba tan sangriento que incluso se podía ver la forma de los huesos.
El Sr. Wade y sus colegas pensaron que era solo el deseo de la rata de sobrevivir, pero no sabían que unos días después, la rata dio a luz a una camada de ratones blancos y carnosos. El ratoncito blanco chupaba con avidez la leche de su madre, que yacía exhausta en la jaula. La madre ratón blanca ya estaba infectada y las células tumorales de su cuerpo se propagaron rápidamente. La madre ratón blanca utilizó su fuerte voluntad para luchar contra la muerte hasta que cerró los ojos para siempre. Ese día, los ratoncitos blancos se reunieron alrededor de su madre y emitieron un gemido grave que hizo que muchas personas se sintieran insoportables.
Los colegas mencionaron accidentalmente que los ratones sobrevivieron a los estragos de las células tumorales durante veintiún días después de dar a luz. El señor Wade lo entendió al instante: el período de lactancia de un ratón blanco es de veintiún días. Después de veintiún días, el ratón blanco puede vivir de forma independiente sin su madre. ¡Si no fuera por la llegada de estos bebés, la madre del! El ratón blanco probablemente moriría poco después de que le inyectaran células tumorales. Fue el amor de la gran madre lo que le permitió quedarse veintiún días, viendo crecer a su bebé y volverse independiente. ¡Todo el personal quedó impactado por el amor de la madre por alimentar a las ratas...