¿A qué cuestiones hay que prestar especial atención durante el confinamiento invernal? ¿Cómo prevenir el síndrome de confinamiento?
Durante el periodo de confinamiento en invierno, debes prestar atención a mantener la cintura, el abdomen, las piernas, los pies y la cabeza calientes. Una vez que el mal frío invade el cuerpo humano, puede convertirse en la fuente de enfermedades de por vida. Después de dar a luz, sudé mucho. Debido al clima y a factores físicos, no puedes ducharte todos los días, por lo que es necesario cambiarte de ropa con frecuencia. Intenta elegir ropa de algodón holgada y cómoda, que sea transpirable, absorba el sudor y tenga cierto grado de calidez. Las mujeres embarazadas deben intentar elegir ropa de confinamiento especializada para facilitar la lactancia. Debes elegir un mejor pijama a la hora de acostarte por la noche para evitar levantarte resfriado en mitad de la noche. Además, presta atención a mantener los pies calientes, intenta elegir una fregona de algodón con suela gruesa y buenas propiedades antideslizantes y usa calcetines gruesos durante el día o al dormir. No se podrá llevar ropa ajustada durante el confinamiento. La ropa interior y la ropa interior deben limpiarse periódicamente, exponerse al sol y desinfectarse. Además, puedes elegir pantalones ajustados, que no sólo pueden proteger la zona del ombligo, sino que también favorecen la recuperación de la posición del útero.
Mantiene la temperatura ambiente interior. En invierno, la temperatura interior se puede controlar en unos 25°C y la calefacción interior no se puede encender demasiado. Presta atención también a la humedad, que está entre el 55% y el 65%. También puedes poner un humidificador o un recipiente con agua en la habitación. Aunque hace mucho frío en invierno, conviene abrir las ventanas con frecuencia para mantener la circulación del aire. Cuando abras la ventana de tu dormitorio para ventilar, ve a otra habitación para evitar resfriarte.
Presta atención a la higiene personal. Después de dar a luz, puedes bañarte, cepillarte los dientes y lavarte el cabello normalmente. Siempre que su cuerpo vuelva a la normalidad, puede bañarse unos dos días después de dar a luz, pero bañarse, no bañarse. Las mujeres que han tenido una cesárea deben elegir toallas húmedas y calientes para limpiar la zona y agua tibia para cepillarse los dientes. Al ducharte o lavarte el cabello, asegúrate de prestar atención a la temperatura del baño. Después de lavarte el cabello, sécalo con secador o secador a tiempo para evitar la invasión de los resfriados. Además, las sábanas deben lavarse periódicamente y exponerse al sol una vez por semana.