¿Cómo prevenir las orejas congeladas en invierno?
Mantén tus oídos calientes
En invierno, podemos usar gorros u orejeras especiales para mantener nuestros oídos calientes, lo que puede ayudar a que nuestros oídos eviten el contacto directo con el frío. El aire previene los resfriados y asegura Vasoconstricción y expansión normales de los oídos. A medida que la temperatura del oído se mantiene en un cierto valor, la circulación sanguínea puede activarse, previniendo así la congelación del oído.
Uso externo del agua con diferencia de temperatura
Método: Tome un recipiente con agua de 15 grados centígrados y un recipiente con agua de 45 grados centígrados. Primero, remoje una toalla en el agua de. 15 grados centígrados, exprímelo y aplícalo en los oídos. Déjalo actuar durante 3 minutos, luego remójalo en agua a 45 grados centígrados, exprímelo y aplícalo en los oídos durante 3 minutos, para que puedas remojarlo dos veces o. tres veces al día.
Efecto: Ayudará a ejercitar las funciones de contracción y expansión de los vasos sanguíneos de los oídos y reducirá la aparición de sabañones.
Frotar el pabellón auricular con frecuencia
Método: Primero colocar los dedos índice de ambas manos en el interior del trago, luego levantar el trago y el lóbulo de la oreja con el índice y el pulgar, desde el interior hacia afuera, de liviano a pesado. Después de 3 a 5 minutos, con ambas manos vacías, empuje la hélice hacia arriba y hacia abajo con el pulgar y el índice hasta que la hélice se hinche y se caliente.
Hacer esto puede ayudar a promover la circulación sanguínea en los oídos, prevenir los sabañones, fortalecer el cuerpo, despejar el cerebro y mejorar la vista.
No te mantengas abrigado inmediatamente después de resfriarte.
Cómo hacerlo: si tus oídos se han resfriado, frótalos con los dedos antes de usar una bolsa de agua caliente u otro método de calentamiento para mantenerlos calientes.
Calentar directamente los oídos con objetos a alta temperatura puede hacer que los vasos sanguíneos demasiado contraídos se expandan repentinamente. Los vasos sanguíneos son propensos a sufrir espasmos y necrosis, lo que fácilmente puede provocar congelación. Inflamación por frotamiento fuerte.
Comer más comida fría.
Si quieres evitar que tus oídos se congelen en el invierno, puedes ayudar a evitar que se congelen comiendo más alimentos que ayuden a protegerte del frío y ayuden a fortalecer tu cuerpo contra el frío.
Generalmente se puede comer cordero, carne de perro, nueces, huevos, dátiles, pimientos, gambas secas, goji, puerros, etc.