¿Qué es el infarto cerebral hemorrágico?
La tasa de recanalización de los vasos arteriales tras un infarto cerebral es muy alta. El académico japonés Tadashi Noguchi informó que entre el 40% y el 75% de los pacientes con oclusión vascular pueden recanalizarse, la mayoría de ellos dentro de los 2 a 3 días posteriores al inicio, y algunos dentro de los 7 días. Los casos individuales aún pueden reabrirse meses o años después. Algunas personas en China también han confirmado mediante estudios fisiopatológicos que el infarto cerebral hemorrágico es el resultado de la recanalización arterial. Cuanto más rápida es la apertura, mayores son las posibilidades de hemorragia; el infarto hemorrágico ocurre más en el infarto cerebral embólico que en el infarto no embólico; el infarto de área grande es más común que el infarto pequeño y la aplicación temprana de anticoagulación, trombólisis y fármacos vasodilatadores; la cirugía puede promover la aparición de infarto cerebral hemorrágico.
La causa principal del infarto cerebral hemorrágico es el infarto cerebral. Una vez recanalizada la arteria infartada, se produce una hemorragia. Las características clínicas son el agravamiento de los síntomas y signos originales y la aparición de nuevos síntomas y signos.
La gravedad de los síntomas y signos depende de la cantidad de sangrado, la duración del sangrado secundario y el uso de anticoagulantes, trombolíticos, trombolíticos y vasodilatadores. En general, los síntomas del sangrado exudativo en lesiones pequeñas no son evidentes. Los pacientes con hemorragia secundaria dentro de la semana posterior al infarto tienden a presentar síntomas graves. En caso de recurrencia del sangrado después de la segunda semana, los síntomas no empeoraron significativamente. El uso temprano de anticoagulantes, trombolíticos y vasodilatadores puede agravar los síntomas clínicos. Los síntomas que empeoran incluyen alteración de la conciencia, aumento de la presión intracraneal, empeoramiento de la parálisis de las extremidades o la aparición de nuevos signos. Los casos graves tienen un mal pronóstico. A veces, aunque no hay empeoramiento de los síntomas, puede ocurrir una hemorragia secundaria si el tratamiento falla después de un período de tiempo.
La aparición de infarto cerebral hemorrágico está relacionada con la actividad temprana del paciente, la agitación emocional, las fluctuaciones de la presión arterial y la aplicación temprana de tratamientos inadecuados como anticoagulantes y vasodilatadores. Por lo tanto, los pacientes deben prestar atención a controlar sus emociones en la etapa inicial, deshidratarse activamente y prevenir las fluctuaciones de la presión arterial. No es aconsejable el uso prematuro de vasodilatadores, especialmente anticoagulantes, para prevenir el infarto cerebral hemorrágico.