Consejos sobre cómo comer higos Cómo comer higos
1. Coma higos crudos
El período de crecimiento de los higos debe ser relativamente largo y los frutos producidos también son del tipo que son relativamente pequeños. Los frutos maduran gradualmente en verano y. otoño y debe dividirse en lotes. Las frutas completamente maduras tienen poros ligeramente abiertos en la parte superior, una red obvia en la piel y tienen el mejor sabor.
Después de que el higo esté maduro, estará suave. En este momento, lávelo y quítele la capa exterior de piel antes de comerlo. Se puede comer todo el interior. O después de lavar el higo, lo abres y te comes la pulpa del interior.
2. Jugo de higos
Ingredientes: Si no quieres comer higos directamente, puedes hacerlos jugo. El sabor es el mismo 200g de higos, 350g de. agua y la cantidad adecuada de miel.
Elaboración: Lavar, pelar y cortar los higos en trozos grandes. Ponlo en la cacerola eléctrica y sigue el programa normal durante cinco horas. Añade miel al beber.
Eficacia: No sólo es delicioso y tiene un aroma único, sino que también puede producir líquido y calmar la sed, especialmente indicado para aliviar el calor en verano. Los higos contienen una variedad de lípidos y tienen un efecto laxante, por lo que las niñas suelen beber jugo de higo, que también puede desintoxicar, humedecer los intestinos y perder peso.
3. Gachas de higos
Ingredientes: Los propios higos se pueden convertir en gachas y tienen un sabor único. Puedes utilizar higos secos para cocinar.
Elaboración: Lavar los higos, cortarlos en forma de arroz partido y reservar. Lavar el arroz japónica y agregar una cantidad adecuada de agua para cocinar la papilla. Cuando la papilla esté espesa, agregar una cantidad adecuada de higos y azúcar de roca, cocinar por 30 minutos y comer mientras esté caliente.
Eficacia: Esta papilla tiene los efectos de fortalecer el bazo, nutrir el qi, nutrir la sangre y favorecer la lactancia. Es adecuado para síntomas como falta o insuficiencia de leche causada por deficiencia posparto y pérdida de sangre, acompañada de palidez, dificultad para respirar, transpiración espontánea, fatiga, pereza y disminución del apetito.