Red de conocimientos sobre prescripción popular - Cuidado de la salud en otoño - La barriguita del bebé durante el confinamiento

La barriguita del bebé durante el confinamiento

Cuando hay lombrices intestinales en el vientre del bebé, habrá algunas manifestaciones internas y externas, que incluyen, entre otras, dolor abdominal, mal genio, anomalías de la piel, rechinar de dientes, hambre pero no grasa, etc. Como novato de Ma Baoda, debes prestar más atención en la vida diaria, detectar anomalías a tiempo y luego buscar tratamiento médico a tiempo.

1. El bebé sentirá dolor alrededor del ombligo.

Cuando aparecen lombrices intestinales en el vientre de tu bebé, pueden provocar dolor alrededor del ombligo. Si desea una mayor confirmación, puede optar por masajear su abdomen y observar si hay otros síntomas de malestar.

2. Provocará que el bebé esté de mal humor.

Cuando un bebé tiene lombrices intestinales en el vientre, su temperamento cambiará a medida que la condición avance. Los más comunes incluyen angustia, irritabilidad, falta de concentración, etc. Por eso, como padres, debemos prestar más atención a algunos cambios en el desempeño externo del bebé.

3. Aparecerán placas o caspa en la piel.

Debido a que hay lombrices intestinales en el estómago, la nutrición, la absorción y la digestión del cuerpo se verán afectadas. Con el tiempo, es fácil afectar la piel del bebé, como placas o caspa seca, y el niño siempre se rascará sin darse cuenta, repetidamente.

4. Rechinar los dientes fácilmente y tener hambre.

La presencia de ascárides provocará cierta estimulación en los nervios humanos, haciendo que los niños se exciten fácilmente y propiciándoles el mal hábito de rechinar los dientes. Además, los niños pueden sentir hambre fácilmente de vez en cuando, pero no aumentarán de peso por mucho que coman. Esto también se debe a la presencia de lombrices intestinales.

En resumen, como padre, debes prestar más atención a las palabras y acciones de tu bebé. Los niños no son buenos para expresarse y pensar debido a su edad, por lo que los padres deben asumir la responsabilidad y obligación de cuidar y observar a los niños. La detección y el tratamiento tempranos son de gran importancia.