¿Puede la cirugía robótica liderar el futuro de la urología?
Debido a las crecientes necesidades de pacientes y médicos, desde la primera cirugía asistida por robot en 1985 hasta la invención del sistema de cirugía laparoscópica da Vinci en el año 2000, el desarrollo de la cirugía robótica ha avanzado a pasos agigantados. . Incisiones más pequeñas, menor riesgo de sangrado y tiempos de recuperación más cortos son los que contribuyeron a la rápida difusión de este nuevo y exitoso método quirúrgico en la medicina.
Desde la urología hasta la cirugía cardiotorácica, la popularidad de los robots de quirófano se ha extendido a todos los campos médicos del país. Los cirujanos ahora pueden utilizar robots mínimamente invasivos para realizar prostatectomías, resecciones de vejiga y riñón, apendicectomías, reparaciones de válvulas cardíacas, reemplazos de rodilla e incluso cirugías complejas de columna. Los residentes de cirugía también necesitan formación en esta área debido a las necesidades de los pacientes. Inicialmente, los robots quirúrgicos se utilizaban únicamente en cirugía cardiotorácica. En la actualidad, la proporción de aplicación de tecnología asistida por robot en cirugías ginecológicas y urológicas ha alcanzado más del 50%.
La Urología siempre ha estado a la vanguardia de las nuevas tecnologías. Hay algunas áreas médicas en las que no se pueden demostrar plenamente todas las ventajas de la cirugía robótica. Sin embargo, los urólogos pueden demostrar claramente las ventajas de varios procedimientos diferentes, especialmente en cirugía oncológica, donde la robótica se ha convertido en el estándar de atención.
El volumen de sangrado, la tasa de transfusión de sangre, la estancia hospitalaria y el dolor se reducen en comparación con la laparotomía tradicional.
Los avances en los sistemas robóticos han transformado el quirófano en los últimos años, pero todavía existe un enorme potencial de crecimiento en esta área de innovación. Los cirujanos capacitados en abordajes tradicionales abiertos o laparoscópicos descubren que los robots están limitados por la falta de retroalimentación táctil. En la cirugía manual mínimamente invasiva, el médico puede sentir la conexión entre el instrumento y el paciente.
La robótica también tiene un gran potencial en cirugía remota. Originalmente diseñada para astronautas y soldados, la tecnología abrió la telecirugía a pacientes regulares en 2001. Sin embargo, desde entonces se ha avanzado poco en términos de latencia y retroalimentación táctil.