¿Cuál es el secreto para que la pechuga de pollo se vuelva deliciosa rápidamente?
Paso uno: Pondremos la pechuga de pollo comprada en el agua de la olla y la dejaremos en remojo durante media hora. El objetivo de esto es hacer que la pechuga de pollo quede más tierna. Después del remojo verteremos toda el agua del remojo, luego limpiaremos la olla, la pondremos a fuego alto y echaremos suficiente agua. Cuando el agua esté hirviendo añadiremos las pechugas de pollo al agua caliente y añadiremos un poco de pimienta y jengibre. Cuando las pechugas de pollo se pongan blancas las sacamos y vaciamos la olla. Enfríe las pechugas de pollo en agua con hielo por un tiempo para conservar el sabor de las pechugas de pollo.
Paso 2: Introducimos en el molinillo unas semillas de sésamo blanco y chile en polvo y los trituramos bien. Luego cortamos los ajos y el jengibre en rodajas y troceamos los pimientos.
Paso 3: Cortamos la pechuga de pollo fría en pechugas de pollo desmenuzadas con las manos y las ponemos en un bonito plato. A continuación, echamos un poco de aceite en una olla limpia, calentamos el aceite y echamos las semillas de sésamo blanco recién molidas y el chile en polvo. Por cierto, se me olvidó decir que debemos poner un puñado de pimienta en el aceite caliente para exprimir el sabor a pimienta, y luego echamos pimiento chino picado, ajo y jengibre en el recipiente que acaba de llenar. Finalmente, agregue una cantidad adecuada de vino de cocción, salsa de soja, vinagre añejo y sal al bol. Después de revolver uniformemente, vierta la salsa en el bol sobre las pechugas de pollo desmenuzadas y finalmente espolvoree tiras de pepino sobre las pechugas de pollo desmenuzadas cocidas.