¡Todo revive en primavera, deja que tus riñones se encarguen de ello!
Periodo temprano de primavera
A principios de primavera, cuando se alternan invierno y primavera, la temperatura aún es fría y el cuerpo consume más calorías, por lo que es mejor comer alimentos calientes. El principio dietético es elegir alimentos básicos con alto contenido calórico y prestar atención a complementar suficientes proteínas. Además de arroz, fideos y cereales, también puedes agregar frijoles, maní y productos lácteos.
Por ejemplo, desayuno: 1 bolsa de leche (unos 250ml), 100g de alimento básico y guarniciones adecuadas. Almuerzo: 150 g de alimento básico, 50 g de carne magra de cerdo, ternera y cordero (o productos de soja), 200 g de verduras, una cantidad adecuada de sopa de huevo o caldo. Cena: 100 g de alimento básico, 50 g de huevo de pescado (o productos de soja), 200 g de verduras, 1 plato de gachas de frijoles.
El segundo mes de primavera
El clima cambia mucho a mediados de primavera, con temperaturas que van del frío al calor. Puede consultar la dieta a principios de primavera. Cuando la temperatura es alta, se puede aumentar el consumo de verduras y reducir el consumo de carne.
Finales de primavera
A finales de primavera, con el cambio de primavera y verano, la temperatura es cálida y conviene comer alimentos ligeros. El principio de la dieta es elegir alimentos ligeros y prestar atención a complementar suficientes vitaminas, como verduras.
Por ejemplo, desayuno: 250ml de leche de soja, 100g de alimento básico y guarniciones adecuadas. Almuerzo: 150 g de alimentos básicos, 50 g de pescado, huevos, carne (o productos de soja), 250 g de verduras, sopa de verduras. Cena: 100 g de alimento básico, 200 g de verduras, 1 plato de papilla de arroz.
Recordatorio especial
Además de las tres comidas al día, debes comer más frutas, porque las vitaminas y minerales que contienen las frutas son buenos para la salud.
Cabe señalar que, aunque las frutas frescas pueden eliminar el calor, promover la producción de líquidos y calmar la sed, en su mayoría son ácidas y no deben consumirse en primavera. Si necesitas aliviar el calor interno, lo mejor es comer algunos plátanos dulces y frescos, peras, frutos secos o de caña de azúcar, caquis, etc. Al mismo tiempo, en la dieta primaveral se deben evitar los alimentos fríos y grasosos. La medicina tradicional también cree que la primavera es la época en la que el qi del hígado es fuerte. Comer más alimentos ácidos provocará un exceso de qi en el hígado y dañará el bazo y el estómago. Por lo tanto, comer menos alimentos ácidos y más dulces puede nutrir el hígado y el bazo, lo que resulta de gran beneficio para la prevención de enfermedades y el cuidado de la salud.