Tres métodos de gestión del tiempo
La Ley de Parkinson puede ayudarnos eficazmente a establecer el concepto de tiempo y utilizar la menor cantidad de tiempo para realizar un trabajo eficiente.
La Ley de Parkinson establece que la importancia y complejidad de una tarea están estrechamente relacionadas con el tiempo dedicado a ella. En otras palabras, mientras asigne una tarea, ésta ocupará su tiempo.
Bajo la presión de fijar el tiempo, un sentido de urgencia te hará más eficiente y te concentrará en las tareas.
Por lo tanto, inspirados en la Ley de Parkinson, a la hora de planificar tareas, debemos establecer un tiempo límite de finalización lo más corto posible dentro de un rango razonable.
La regla de oro de las tres horas
En 24 horas al día, el valor de cada periodo de tiempo también es diferente. Según investigaciones sobre el cerebro, las tres horas posteriores al despertar son las más eficientes, y el estado de atención y memoria también es el mejor.
Después de levantarte, puedes afrontar algunas tareas mentales y tareas pesadas. Por ejemplo, elegiré leer artículos o escribir textos publicitarios. Tres horas atrapando oro pueden aumentar varias veces la eficiencia de tu día.
Al mismo tiempo, también podemos utilizar el primer día de cada semana como horario de máxima audiencia para realizar el trabajo más importante de la semana, y la primera semana de cada semana como horario de máxima audiencia para realizar el trabajo importante. de este mes.
Asegúrate de estar siempre en las mejores condiciones, haz las cosas más importantes, aprovecha cada momento dorado y aléjate tranquilamente de los demás.
3. El método de los cuatro cuadrantes
El método de los cuatro cuadrantes es una herramienta muy, muy eficaz en la gestión del tiempo. Primero, podemos dividir el trabajo que tenemos entre manos en cuatro cuadrantes y enumerar las cosas correspondientes.
Según los cuatro cuadrantes, puedes distribuir tu tiempo de forma más racional, utilizarlo sabiamente y terminar primero las cosas importantes y urgentes, y luego volver a hacer las cosas importantes y no urgentes.