¿Qué alimentos deben evitar comer los pacientes con hepatitis B?
Los adultos necesitan ingerir 40 gramos de proteína cada día para cubrir las necesidades fisiológicas mínimas. Una persona normal media necesita 70 gramos de proteína cada día. Los portadores del virus de la hepatitis B deberían comer más, preferiblemente de 80 a 90 gramos por día. Es decir, beber 750 gramos de leche (tres paquetes de leche contienen unos 30 gramos de proteína), un huevo (que contiene 5 gramos de proteína) y 400 gramos de cereales (que contienen unos 40 gramos de proteína) cada día es suficiente, y luego Consuma cantidades adecuadas de pescado, carne y productos de soja.
Los portadores del virus de la hepatitis B no necesitan ingerir más azúcar. La estructura dietética de las personas es baja en grasas y, en general, es apropiado consumir de 50 a 60 gramos de grasa por día. Los tomates, las espinacas, las naranjas, las manzanas y otras frutas y verduras deben consumirse con moderación, lo que no sólo aporta al organismo suficientes vitaminas y fibra, sino que también tiene efectos anticancerígenos.
Espinacas, brotes de bambú, ajetes, cebollas, arroz salvaje, edamame, etc. Todos contienen más ácido oxálico. El ácido oxálico no solo afecta el sabor, sino que, lo que es más importante, puede combinarse con los iones de calcio de los alimentos para formar oxalato de calcio insoluble, lo que hace que el cuerpo no pueda absorber ni utilizar el calcio de los alimentos. Al mismo tiempo, los oxalatos también dificultan la absorción del hierro de los alimentos. Comer verduras con alto contenido de oxalato durante mucho tiempo no solo provocará anemia por deficiencia de calcio, sino también cálculos renales. Si estas verduras se cocinan junto con tofu, huevos e hígado de animal, el calcio y el hierro de estos alimentos formarán sales insolubles de calcio y hierro que el cuerpo no puede absorber. Por ello, lo mejor es escaldar este tipo de platos con agua hirviendo antes de cocinarlos, lo que puede eliminar la mayor parte del ácido oxálico.