Red de conocimientos sobre prescripción popular - Cuidado de la salud en otoño - La medición de la pérdida de peso es correcta

La medición de la pérdida de peso es correcta

La medida de la emaciación es correcta: el índice de masa corporal es de 17 a 18,4.

La emaciación se refiere a la pérdida de peso causada por una enfermedad o ciertos factores. Cuando el peso es inferior al 10% del peso estándar, se denomina emaciación.

La reducción de grasa corporal y proteínas, que aquí se refiere a la pérdida de peso, generalmente se lleva a cabo en un corto período de tiempo. Los valores de peso medidos antes y después de la pérdida de peso son comparables, y los resultados son comparables. La ropa es obviamente holgada.

Con evidencia que lo acompaña, como cinturillas más holgadas, zapatos más grandes, grasa subcutánea reducida, músculos magros, piel flácida y huesos protuberantes. En cuanto a la pérdida de peso después de que desaparecen la deshidratación y el edema, no se puede llamar pérdida de peso.

1. Ingesta insuficiente de alimentos

(1) Pérdida de peso provocada por deficiencia alimentaria, eclipse parcial o alimentación inadecuada: se puede observar en la desnutrición y el raquitismo en los niños.

(2) Pérdida de peso provocada por dificultad para comer o tragar: común en úlceras orales, artrosis mandibular, osteomielitis, tumores esofágicos, etc.

(3) Anorexia o pérdida de peso provocada por la anorexia: común en anorexia nerviosa, gastritis crónica, insuficiencia suprarrenal, infección aguda y crónica, uremia, tumores malignos, etc.

2. Trastornos de la digestión, absorción y utilización de los alimentos

(1) Enfermedades gastrointestinales crónicas: comunes en úlceras gástricas y duodenales, gastritis crónica, gastroptosis, tumores del tracto gastrointestinal, colitis crónica, enteritis crónica, tuberculosis intestinal, enfermedad de Crohn y otras enfermedades gastrointestinales.

(2) Enfermedades hepatobiliares y pancreáticas crónicas: como hepatitis crónica, cirrosis, cáncer de hígado, infección biliar crónica, pancreatitis crónica, tumores de vesícula biliar y pancreáticos, etc.

(3) Enfermedades endocrinas y metabólicas: frecuentes en hipertiroidismo y diabetes.

(4) Enfermedades debilitantes crónicas: como la tuberculosis.

(5) Otros: uso prolongado de laxantes o fármacos que estimulen el tracto gastrointestinal.

3. Aumento de las necesidades alimentarias o consumo excesivo

Como crecimiento y desarrollo, embarazo, lactancia, exceso de trabajo, hipertiroidismo, fiebre prolongada, tumores malignos, traumatismos, cirugías, etc.