Cuestiones y medidas comunes de enfermería para la enfermedad de la membrana hialina neonatal
La enfermedad de la membrana hialina neonatal es una enfermedad muy dolorosa para los niños recién nacidos, porque cada bocanada de aire que toman puede ir acompañada de dolor, pudiendo incluso tener dificultad para respirar. Entonces, ¿cuáles son los problemas y medidas comunes de enfermería para la enfermedad de la membrana hialina neonatal? Si desea saber más sobre esto, ¡sigamos leyendo! Es una de las enfermedades más críticas en neonatología. Una vez diagnosticada la enfermedad, es necesario acudir inmediatamente a un departamento de neonatología con equipo de ventilación y niveles de rescate correspondientes para su tratamiento. La enfermedad neonatal de la membrana hialina ocurre principalmente en bebés prematuros y rara vez en bebés a término. Esta enfermedad se produce por la falta de surfactante pulmonar. En ausencia de surfactante pulmonar, los niños experimentarán una disminución de la tensión alveolar, provocando dificultad respiratoria, disnea, taquipnea, gemidos al respirar, cianosis cutánea y otras afecciones graves. Si se presenta esta enfermedad, es necesario acudir inmediatamente a un departamento de neonatología con mayor nivel de rescate para recibir tratamiento. Durante el tratamiento, se requiere un ventilador y una intubación traqueal para inyectar surfactante en los pulmones. Por lo tanto, sólo un departamento de neonatología con equipo de ventilación puede tratar esta enfermedad.
La enfermedad de la membrana hialina neonatal está causada principalmente por la falta de tensioactivo alveolar. En circunstancias normales, el surfactante alveolar secretado por el epitelio de la superficie alveolar está compuesto por una variedad de ésteres, proteínas y azúcares. Aparece entre las 20 y 24 semanas de edad gestacional y aumenta rápidamente después de las 35 semanas. Las sustancias activas en la superficie de los alvéolos pueden reducir la tensión superficial de los alvéolos y prevenir la atrofia alveolar. Cuando es deficiente, la tensión superficial de las paredes alveolares aumentará y los alvéolos se contraerán gradualmente, lo que provocará mala ventilación, hipoxia, cianosis y acidosis metabólica. Luego, aumentará la permeabilidad capilar, se producirá fuga de líquido y depósito de colágeno. Se forma una membrana roja transparente en la superficie de los alvéolos. Por tanto, la causa de la enfermedad es principalmente la reducción del surfactante alveolar. Métodos de tratamiento de la enfermedad de la membrana hialina pulmonar
1. El tratamiento de la enfermedad de la membrana hialina pulmonar suele utilizar terapia de reemplazo de surfactante y respiración asistida como principal tratamiento integral.
2. Tratamiento farmacológico: la inyección de hormonas antes del parto puede prevenir y resistir la enfermedad de la membrana hialina neonatal. Esto también se llama terapia de reemplazo de surfactante. Puede prevenir y resistir la enfermedad de la membrana hialina neonatal.
3. Otros tratamientos: El tratamiento generalmente se realiza con respiración asistida. Se puede utilizar ventilación con presión positiva en las vías respiratorias, ventilación nasal o ventilación mecánica.
4. Acondicionamiento dietético: Inyectar solución nutricional intravenosa hasta que el feto pueda succionar leche materna.
5. Encontrar la causa y tratarla sintomáticamente.
Los factores predisponentes están relacionados con asfixia, hipoxia, acidosis, perfusión pulmonar insuficiente, hipotermia, diabetes materna, función tiroidea e insuficiencia suprarrenal. Se debe principalmente a que los factores anteriores dificultan o retrasan la síntesis, liberación y transporte de tensioactivos y favorecen la aparición de esta enfermedad. Prevención de la enfermedad neonatal de la membrana hialina: cuide bien a las mujeres embarazadas para prevenir el parto prematuro. Las mujeres embarazadas con diabetes deben recibir tratamiento temprano y la cesárea debe posponerse lo más posible hasta después del inicio del parto. Para las mujeres embarazadas que pueden tener un parto prematuro y tener una prueba de oscilación del líquido amniótico negativa, y que no tienen hipertensión o infección grave, se puede tomar betametasona o dexametasona por vía oral entre 1 y 7 días antes del parto o se puede administrar hidrocortisona por vía intravenosa.