El trabajo de diagnóstico y tratamiento con radiación se divide en cuatro categorías según los riesgos de diagnóstico y tratamiento y la dificultad técnica.
El radiodiagnóstico es el uso de la tecnología de la radiación para diagnosticar y evaluar enfermedades. Mediante el uso de rayos X, tomografía computarizada, resonancia magnética, ultrasonido y otros equipos, los médicos pueden observar y analizar la estructura del tejido, la función de los órganos y los cambios patológicos en el cuerpo del paciente, ayudando así a los médicos a realizar un diagnóstico correcto. Por ejemplo, el examen de rayos X puede diagnosticar fracturas, neumonía y otras enfermedades, la tomografía computarizada puede examinar la morfología y la estructura tisular de los órganos y la resonancia magnética puede observar la morfología y señalar cambios de los tejidos blandos.
La radioterapia es el proceso de utilizar sustancias radiactivas o tecnología de radiación para tratar el cáncer u otras enfermedades. El objetivo de la radioterapia es dañar, destruir o matar células tumorales malignas mediante la introducción de sustancias radiactivas o el uso de tecnología de radiación para lograr efectos terapéuticos. Los métodos de radioterapia comunes incluyen radioterapia externa y radioterapia interna.
La seguridad y la protección son muy importantes en el diagnóstico y tratamiento radiológico. Debido a las características de la radiación, un manejo y control inadecuados pueden causar daños a los pacientes y al personal médico. Por lo tanto, las instituciones y los profesionales médicos deben seguir las normas de seguridad y protección pertinentes y utilizar equipos y dosis adecuados para garantizar la seguridad y eficacia del diagnóstico y tratamiento con radiación.
Beneficios del diagnóstico y tratamiento radiológicos
El diagnóstico y tratamiento radiológicos pueden proporcionar información de imágenes precisa para ayudar a los médicos a observar y evaluar la estructura de los tejidos, la función de los órganos y los cambios patológicos de los pacientes. Mediante el uso de equipos como rayos X, tomografía computarizada, resonancia magnética y ultrasonido, los médicos pueden detectar lesiones a tiempo y hacer diagnósticos precisos. Esto ayuda a mejorar la tasa de diagnóstico temprano y la precisión de la enfermedad, y es beneficioso para el tratamiento y la recuperación de los pacientes.
El diagnóstico y tratamiento con radiación suelen ser no invasivos y no requieren cirugía ni aspiración. En comparación con los métodos de examen invasivos tradicionales, el diagnóstico y tratamiento radiológicos son más convenientes, rápidos y convenientes para los pacientes. Los pacientes solo necesitan cooperar con la orientación del médico y completar los exámenes correspondientes, y no necesitan soportar el trauma y el dolor de la cirugía.
A través del diagnóstico y tratamiento radiológico, los médicos pueden ver intuitivamente el estado interno del paciente. Los médicos pueden comprender de manera integral la ubicación, el tamaño, la forma y la distribución de las lesiones según los resultados de las imágenes, lo que ayuda a formular planes de tratamiento más precisos y personalizados. Esto hace que el proceso de diagnóstico y tratamiento sea más científico y objetivo, mejorando los efectos del tratamiento y el pronóstico del paciente.