Es fácil contraer fiebre del heno en primavera. Lávese la boca y la nariz cuando llegue a casa para reducir la sensibilidad.
La fiebre del heno es una enfermedad alérgica. Los síntomas alérgicos comunes incluyen congestión nasal, secreción nasal, estornudos, etc. Según datos del seguro médico, durante todo el año 2002, se notificaron en clínicas ambulatorias 65.438+0,8 millones de casos de rinitis alérgica y fiebre del heno y más de 65.438+0,44 millones de casos de conjuntivitis alérgica. Según las estadísticas mensuales, el número de casos de conjuntivitis alérgica aumentó significativamente en marzo, abril y mayo, y el número de casos de fiebre del heno y rinitis alérgica osciló entre 10 y 65.438. Se demuestra que estas dos enfermedades son estacionales debido a cambios en los períodos de floración de diferentes plantas, que aumentan la cantidad de alérgenos en el ambiente, o se ven afectadas por factores estacionales como los cambios de temperatura.
¿Qué es la fiebre del heno?
La fiebre del heno, comúnmente conocida como fiebre del heno, es una enfermedad alérgica. Los fenómenos alérgicos comunes incluyen congestión nasal, secreción nasal, estornudos, rinitis alérgica o conjuntivitis, etc. Los síntomas graves incluyen tos, picazón en la piel, fiebre, tez enrojecida, o inquietud, etc.
Los alérgenos en personas con fiebre del heno incluyen el polen de la familia Urticaceae, la colza, la avellana, el tejo o el olmo. La fiebre del heno suele ser hereditaria y la mayoría de los síntomas suelen aparecer en la infancia. Algunos pacientes continúan experimentando reacciones alérgicas hasta la edad adulta. La mayoría de las personas tienen menos de 40 años y la tasa de incidencia disminuye con la edad.