Durante el encierro, la piel del niño se seca y se descama.
Mantiene la piel limpia e hidratada.
Lava la piel de tu bebé con agua tibia y jabón suave, evitando productos agresivos. Después del lavado, séquelo suavemente con una toalla suave y luego aplique una loción humectante o crema humectante adecuada para su bebé para mantener su piel hidratada y flexible.
Evita el exceso de fricción
Al cambiar el pañal, limpia suavemente las nalgas y la zona genital de tu bebé. Elija pañales y ropa que sean transpirables para reducir la fricción y la irritación.
Presta atención a la humedad interior
En estaciones secas, utiliza un humidificador para aumentar la humedad interior y mantener la piel de tu bebé húmeda. ¡Recuerde limpiar su humidificador regularmente para evitar el crecimiento de bacterias y moho!
Evitar la sobreexposición.
Los rayos ultravioleta pueden dañar la piel de tu bebé, así que intenta evitar la exposición prolongada al sol. A la hora de salir, elige sombreros para el sol, sombrillas y otras medidas de protección solar, y opta por realizar actividades al aire libre por la mañana o por la noche.
Presta atención a la dieta y la nutrición
La lactancia materna es la mejor opción. La leche materna es rica en nutrientes y contiene anticuerpos que ayudan a su bebé a desarrollar un sistema inmunológico saludable. Si necesita utilizar fórmula, elija un producto apropiado para la edad y la salud de su bebé.