¿Qué alimentos deben comer los niños en invierno para favorecer la digestión y el apetito?
Las manzanas tienen la función de promover los fluidos corporales, humedecer los pulmones, dar apetito y recuperar la sobriedad. Las personas con indigestión pueden beber jugo de frutas. Las manzanas también pueden prevenir y eliminar la división. El potasio de las manzanas puede combinarse con el exceso de sodio en el cuerpo y excretarse del cuerpo. Por lo tanto, si comes demasiada sal, puedes comer manzanas para ayudar a eliminarla. Sin embargo, las manzanas son ricas en azúcar y sales de potasio. Un consumo excesivo no favorece la salud del corazón y los riñones, por lo que se debe evitar comer más.
2. Granada:
Tiene un sabor agridulce y es de naturaleza suave. Tiene las funciones de matar insectos, astringente, intestinal y detener la disentería. Es adecuado para disentería crónica, diarrea crónica, sangre en las heces, dolor epigástrico, sarna, otitis media, hemorragias traumáticas y otras enfermedades.
3. Pomelo:
Es ácido, frío y no tóxico. Tiene las funciones de reducir la hinchazón, resolver las flemas y aliviar la tos, fortalecer el estómago y la digestión, reducir la hinchazón. y aliviar el dolor. Es adecuado para enfermedades del estómago y la digestión, tos crónica, exceso de flemas y asma. La toronja es agridulce y se sabe que es rica en vitamina C, por lo que es más beneficiosa para los pacientes con enfermedades cardiovasculares y obesidad. Los ácidos orgánicos contenidos en el pomelo tienen el efecto de eliminar la fatiga humana.
4. Limón:
Tiene un sabor muy ácido y dulce, y tiene el efecto de favorecer los fluidos corporales, calmar la sed y disipar el calor. El ácido cítrico puede combinarse con iones de calcio para formar un complejo de cromo soluble, reduciendo así el papel de los iones de calcio en la promoción de la coagulación sanguínea. Por ello, los pacientes con hipertensión e infarto de miocardio suelen beber bebidas de limón, que pueden mejorar enormemente sus síntomas.
5. Espino:
Agrio, dulce, tibio y sumamente nutritivo. Por cada 100 gramos de pulpa fresca de espino, la vitamina C llega a 89 mg, ocupando el tercer lugar entre las frutas. Especialmente su contenido en calcio, 85 mg por 100 g de pulpa, se sitúa entre los mejores. Es muy adecuado para las necesidades de calcio de niños y mujeres embarazadas. También tiene importantes efectos sobre más de diez enfermedades como la hipertensión, las enfermedades coronarias, y diabetes.
6. Sydney:
Reduce las flemas y alivia la tos. Los bebés son propensos a resfriarse cuando el clima es seco. A menudo puedes comer gachas de pera o peras guisadas con azúcar de roca junto con tu bebé. Debido a que las peras son frías por naturaleza, pueden humedecer los pulmones, promover la producción de líquido, eliminar el calor pulmonar, aliviando así la tos y reduciendo la flema. Pero comer peras en bebés con diarrea solo agravará la afección.
7. Cítricos:
Reduce las flemas y activa las colaterales. Cuando los bebés sufren de bronquitis aguda y crónica en otoño e invierno, comer cítricos puede dragar los meridianos, eliminar la acumulación de flemas y ayudar con el tratamiento. Comer demasiadas naranjas puede enfadar a tu bebé. Dejé de darle a mi bebé dos o tres naranjas al día. Además, el bebé no debe beber leche 1 hora antes y después de comer cítricos; de lo contrario, el ácido de la fruta de los cítricos se coagulará inmediatamente cuando encuentre la proteína de la leche, lo que afectará la absorción de nutrientes de los cítricos.
8. Plátano:
Relajación y evacuación intestinal. La pulpa del plátano es glutinosa y dulce, lo que puede hidratar los intestinos y aliviar el estreñimiento. Por eso, también es una fruta que las madres suelen regalar a sus bebés. Pero los plátanos no son adecuados para que los bebés coman demasiado en un corto período de tiempo, especialmente aquellos con el bazo y el estómago débiles. De lo contrario provocará náuseas, vómitos y diarrea. En general, los bebés que no comen mucho pueden comer uno a la vez, dos veces al día.
9. Caqui:
Humedece los pulmones y favorece los fluidos corporales. El caqui contiene una gran cantidad de vitaminas A, C y ácido tánico. Es rico en nutrientes y tiene los efectos de reducir la presión arterial y detener el sangrado, eliminar el calor y humedecer los intestinos, humedecer los pulmones y promover la producción de líquidos. Sin embargo, cuando el bebé come demasiados caquis, especialmente cuando los come junto con batatas y cangrejos, los fenoles, taninos y coloides de la goma de caqui formarán grumos duros e insolubles en el estómago. Estos bultos no sólo causarán estreñimiento en el bebé, sino que en ocasiones permanecerán en el estómago y formarán gastrolitos porque no pueden ser excretados del cuerpo, provocando que el estómago del bebé se llene, vómitos e indigestión.