Que no cunda el pánico. Cinco cosas que hacer cuando te equivocas.
Que no cunda el pánico, aquí tienes cinco cosas que puedes hacer si te equivocas. Cuando pasa algo es bueno responder rápido, pero hay que entender el asunto antes de tomar una decisión, de lo contrario fácilmente se complicarán las cosas. Si algo no está claro, actúa rápidamente. No sólo no ayudará, sino que también puede estropear las cosas. No entrar en pánico. Cinco cosas que hacer cuando te equivocas.
Que no cunda el pánico, aquí tienes cinco cosas que puedes hacer si te equivocas. Todos hemos pasado por estas experiencias varias veces, pero ponerlas en práctica nunca es un pensamiento agradable. La cuestión es que cometemos errores todo el tiempo, a veces con resultados terribles. Tal vez dijiste algo incorrecto en el calor del momento o hiciste algo que nunca habrías hecho si no fuera por tu estado emocional. Todos hemos pasado por esto y es doloroso. La verdadera clave, sin embargo, es descubrir qué hacer a continuación.
No es el fin del mundo si no tienes un buen desempeño. La clave es cómo manejas las consecuencias cuando ocurren errores. Si te equivocaste en el trabajo o cometiste un pequeño error en casa, aquí tienes cinco cosas que puedes hacer cuando te equivocas.
1. Discúlpate inmediatamente
Cuando cometas algún error, decir "lo siento" es realmente la mejor estrategia. La indiferencia es un insulto y significa que no te importa en absoluto, lo que puede parecer muy grosero. Por lo tanto, debe disculparse inmediatamente con todas las partes involucradas.
Puede que tengas que admitir tus defectos en algún momento, pero ese es el precio de la imperfección. Elegir un camino más honorable y disculparte por tus errores puede ser más vergonzoso que esconder la cabeza en la arena y alejarte, pero también te hará ganar respeto, amigos, perdón y autoestima. Entonces, cuando te equivoques, discúlpate sinceramente y vuelve al trabajo.
2. Obtener algunas ideas y comprobar la realidad.
Cuando cometes un error, lo más importante es dar un paso atrás y mirar la situación desde alguna perspectiva y/o realidad. Espero que la situación que acaba de instigar no sea demasiado grave (por ejemplo, es posible que lo condenen en un tribunal penal o que su familia nunca vuelva a hablar con usted). Si este es el caso, puede resultar útil intentar evaluar lo que hizo de forma lógica y objetiva.
Si tus errores se pueden compensar, deberías estar agradecido. Si bien esto puede tener un impacto en las personas que le importan, con las que trabaja o con las que pasa tiempo, es posible que pueda solucionarlo. Lo más probable es que no hayas lastimado a nadie, ni arruinado la vida de nadie, ni causado un gran dolor a nadie. Como dijo el gran filósofo Cicerón, "Dum spiro spero" significa "Mientras viva, espero".
3.
Está bien cometer errores; todo el mundo los comete a veces (sí, incluso la chica perfecta de la oficina que es dulce como un pastel o el chico perfecto de la calle). La cuestión es que cometer errores es inevitable, pero lo que realmente importa a largo plazo es lo que hagamos para asegurarnos de que no vuelva a suceder. Entonces, haz un plan.
Reconoce exactamente qué hiciste mal y piensa qué puedes hacer en el futuro para evitar que vuelva a suceder. Aprenda algo, recuerde algo, coloque algo en el lugar correcto - * * * Trabajemos juntos. Cuando tengas tu plan en marcha, acude a la persona que se sintió ofendida o afectada por tu error, dile qué harías para evitar que vuelva a suceder y luego deja que el problema siga su curso. Es humano cometer errores, pero lo que te convierte en una buena persona es cómo te recuperas de tus errores y te aseguras de no volver a lastimar a la misma persona de esa manera.
4. Tómate un descanso
Una de las mejores formas es alejarte del entorno donde ocurrió el error y no dejar que tu mente permanezca en el status quo. Permanecer en el entorno actual y pensar en tus errores sólo te hará perder la concentración, reducirá tu capacidad para trabajar y vivir en esa situación y, finalmente, caer en un vórtice de vergüenza.
Tómate un descanso; sal de la oficina, o de casa, o de donde sea, y sal a caminar a algún lugar.
Salga del espacio mental negativo que seguirá plagando su cerebro y afectará su capacidad de ser un ser humano normal y funcional. Tómate 15 minutos para reunir energía y fuerzas y hacer un plan.
5. Sé amable contigo mismo
Por último, practica un poco de autocompasión después de sentirte culpable y triste por un error. En un mundo donde se espera que seamos personas perfectas, con cuerpos perfectos y vidas ideales, la idea de equivocarnos da miedo. Pero ese no es el caso. Estás solo. Está bien equivocarse.
No te culpes ni te detengas en tus errores, para no afectar tu salud mental y tu capacidad de ser tú mismo frente a amigos, colegas y seres queridos. Ellos también son seres humanos y la mayoría de ellos están dispuestos a ayudarte a recuperarte y a pedirte disculpas sinceras. Respira hondo, intenta calmarte y recuerda que este no es el fin del mundo. Siempre puedes empezar de nuevo. Cuando tu cabeza toque la almohada, recuerda la clásica y reconfortante cita de Scarlett O'Hara: "¡Después de todo, mañana será un nuevo día!"
No entres en pánico, ocúpate de las cosas Cinco cosas que debes hacer hazlo cuando te equivoques. Aunque a menudo se piensa que el perfeccionismo es una creencia en que uno quiere ser perfecto o una obsesión por hacer las cosas exactamente bien, el perfeccionismo también puede expresarse de otras maneras sutiles:
¿Quieres comprobarlo de nuevo? La procrastinación, la creencia de que ahora no es el mejor momento para empezar algo y ser siempre el primero en detectar un error.
De hecho, refleja más de lo que pensamos, lo que puede ser bueno o malo.
“El perfeccionismo es más que simplemente esforzarse por hacer lo mejor que pueda para lograr una meta”, dice el psicólogo Thomas S. Greenspoon. Recientemente publicó un artículo sobre "Antídotos contra el perfeccionismo", publicado en Psychology in Schools.
En otras palabras, el perfeccionismo surge de la ansiedad, la preocupación y la duda, más que de una simple idea básica de hacer las cosas.
La psicología detrás del perfeccionismo
¿Por qué algunas personas prestan tanta atención al perfeccionismo? Hay varias razones por las que este rasgo de personalidad es más fuerte en algunas personas que en otras, y se reduce a una determinada forma de pensar.
Algunas personas consideran los errores como lecciones, mientras que los perfeccionistas consideran los errores como defectos personales. Se superarán psicológicamente y experimentarán la sensación de fracaso, es decir, el perfeccionismo surge del miedo al fracaso.
Otra fuente de perfeccionismo son los problemas del ego. Muchas personas quieren que las cosas sean perfectas porque tienen una mentalidad de preocuparse por lo que los demás piensan de ellas: si algo no cumple con un determinado estándar, será visto negativamente.
Las experiencias de la infancia también pueden permitir que se desarrolle el perfeccionismo en tu personalidad, especialmente si aprendiste de tus padres o tutores que si no eras perfecto, no podías ser simpático. Esto trasciende tu forma de pensar y se traslada a tu trabajo y a tus relaciones hasta la edad adulta.
Por supuesto, estas reglas restrictivas se te pueden enseñar a una edad temprana durante tus años de educación. Es muy importante seguir las reglas. Si viola estas reglas de alguna manera o no las cumple, se le causará daño.
¿Cómo te está arruinando el perfeccionismo?
Muchas personas encontrarían consuelo en ser perfeccionistas, pero los perfeccionistas crean la perfección del mismo modo que crean mitos y leyendas.
Una de sus desventajas es que te hace perder tiempo haciendo cosas que persiguen la perfección, pero esto sólo reducirá tu eficiencia.
Dedicar más tiempo a algo a menudo crea una ilusión, es decir, creemos que estamos mejorando algo, pero este tiempo no es necesariamente tiempo de alta calidad, sino que obstaculizará su desempeño.
Por ejemplo, digamos que estás trabajando en un proyecto importante para tu departamento. Este proyecto representa el 15% de las ventas de la empresa y te lleva cuatro meses completarlo. Otro colega completó otro proyecto en un mes que representó sólo el 7% de las ventas totales de la empresa. Si bien esto no generó más ventas, sus compañeros de trabajo tuvieron tiempo para completar más proyectos, lo que generó 21 ventas más.
Este es un ejemplo de cómo fallar rápido es en realidad mejor que tener éxito lentamente.
Cuando fallas rápido, aprendes más en menos tiempo, preparándote de antemano para el éxito futuro, algo que el perfeccionismo te impide hacer.
¿Cómo cambiar tu perfeccionismo?
Si crees que el perfeccionismo te está frenando, puede que sea el momento de cambiar tus hábitos y formas de pensar. Aquí hay algunas estrategias que puede adoptar para cambiar su perfeccionismo y aumentar su éxito en la vida.
Abandona la mentalidad de “todo o nada”.
Cuando se trata de perfeccionismo, una mentalidad común es que o quieres ser el mejor en algo o no quieres hacer nada en absoluto. Pero el problema es que la gente niega la importancia de este proceso. El éxito proviene de las experiencias y conocimientos adquiridos en este proceso, lo que le brinda la oportunidad de adaptar y aplicar estas experiencias y conocimientos para lograr el éxito futuro. Esto ciertamente reduce las posibilidades de fracaso, pero los perfeccionistas pueden negarlo con vehemencia.
Recuerda las reglas 80/20 y 70.
Cuando se trata de perfeccionismo, a veces es fácil ignorar la esencia de las cosas, pero mientras la esencia sea obvia, no hay necesidad de ser 100% perfecto. Todo lo que realmente necesitas para tener éxito es 70, y luego podrás ajustarlo. Esto le permitirá ver los resultados finales con mayor claridad y le ayudará a identificar problemas potenciales.
La regla del 80 y 20 es una buena regla para recordar: es decir, el 20 % del esfuerzo producirá el 80 % de los resultados. Un poco más no hará mucha diferencia y le dará espacio para ajustar los detalles más adelante.
Busca activamente comentarios positivos.
La retroalimentación es la peor pesadilla de todo perfeccionista. Si bien lo ideal es recibir comentarios tanto positivos como negativos, esto es algo con lo que los perfeccionistas luchan cuando se dan cuenta de sus defectos y deficiencias. Por lo tanto, buscar regularmente comentarios positivos puede ayudar a compensar esto y permitir que el cerebro se acostumbre al equilibrio de opiniones.
Distingue entre "elementos requeridos" y "todos los elementos"
Muchas ideas son buenas, a menos que el perfeccionismo sea tu debilidad. La priorización es clave, pero a los perfeccionistas les resulta difícil ignorar las ideas que creen que deberían incluirse. Sin embargo, esto no es bueno para la calidad de su trabajo o proyectos y puede hacer que se retrase o le agregue estrés adicional.
Antes de comenzar cualquier proyecto, asegúrese de crear una lista de "lo que debe hacer" y "todo lo que está por hacer". Haga de lo “imprescindible” una prioridad absoluta y de lo “tiene” una prioridad sólo cuando el tiempo lo permita.
Celebra cada día una pequeña victoria.
Los perfeccionistas tienden a ser negativos, por lo que escribir tres logros cada día puede ayudar a cambiar esa mentalidad a una positiva. Desde "Hoy me desperté más temprano que el despertador" hasta "Conocí a alguien nuevo e interesante", cada pequeño detalle puede hacer que tu cerebro piense positivamente y desvíe tu atención de lo negativo.
Un estudio explica que todo se reduce a la interacción entre ciertas sustancias químicas y el sistema de recompensa de nuestro cerebro, lo que nos da una sensación de logro. Este sentimiento nos motiva a repetir nuevamente el proceso para lograrlo. Pensar en algo positivo todos los días, por pequeño que sea, puede entrenar tu cerebro para que sea más positivo.
Establecer metas realistas
Establecer metas poco realistas es una característica clara de un perfeccionista, lo que en última instancia conduce a sentimientos de insuficiencia porque son difíciles de alcanzar. Digamos que eres actor y tu objetivo es convertirte en una estrella de Hollywood en un año, o quieres publicar un libro exitoso en los próximos seis meses, pero no has escrito ni una sola palabra, aunque eso puede suceder. De hecho, te decepcionarás.
Tener objetivos es algo bueno, pero poner el listón demasiado alto puede hacer que las personas se sientan deprimidas y sin motivación. Por lo tanto, puedes mejorar tus deseos de varias maneras, pero no te sientas inadecuado.
Presta atención al panorama general
No siempre puedes destruir tu perfeccionismo interior, pero puedes convertirte en un “perfeccionista saludable”. Para hacer esto, es necesario tener en cuenta el panorama general. Siempre que empieces a profundizar en un aspecto o detalle de un proyecto, pregúntate cuánto impacto tendrá en el resultado final. Si solo contribuiste con alrededor de 2, entonces debes dejarlo ir. Este es un ejemplo de costo de oportunidad.
En este ejemplo, al centrarse en una sola idea, es posible que se pierdan otros enfoques u opciones.
Dar un paso atrás antes de invertir puede ahorrar mucho tiempo, brindándole más tiempo para concentrarse en mejores resultados.