Un anciano en Nanjing se desmayó mientras se bañaba y el personal médico lo rescató calurosamente. ¿Quién no es apto para bañarse?
¿Quién no es apto para bañarse?
1. A los pacientes con cáncer no se les permite bañarse porque estimulará el metabolismo del cuerpo, lo que puede parecer algo bueno, pero es fatal para los pacientes con cáncer porque acelerará la debilidad física y agravará la afección.
2. Enfermedad aguda. A excepción de los pacientes con cáncer, los pacientes con enfermedades agudas no pueden bañarse. Si tiene un problema de resfriado, agravará la condición. Como pacientes con bronquitis, fiebre, otitis media y neumonía aguda.
3. Enfermedades de la piel. Por ejemplo, a las personas con eccema grave y piel ulcerada no se les permite bañarse. Esto es especialmente cierto en el caso de las aguas termales, porque las aguas termales pueden contener azufre u otras sustancias, que tienen un buen efecto sobre las enfermedades infecciosas y parasitarias generales de la piel, pero también pueden irritar las heridas de la piel y empeorarlas.
4. Enfermedades básicas. Tampoco se permite bañarse a pacientes con enfermedades cardíacas, presión arterial alta, etc. Porque el baño acelerará el metabolismo del cuerpo y hará que la frecuencia cardíaca aumente de lo habitual, lo cual es extremadamente peligroso para los pacientes con enfermedades cardíacas. Además, bañarse aumentará la presión arterial, por lo que los pacientes con presión arterial alta no pueden bañarse.
¿Para qué sirve bañarse?
1. Cuanto más largo sea el tiempo del baño, mejor. Durante este tiempo, deberás tomar un descanso cada 15 minutos. Para las personas con piel seca o con picazón en invierno, no es recomendable bañarse por mucho tiempo.
2. No bañarse en ayunas ni después de una comida. Ya sea en ayunas o después de una comida, bañarse no es una opción. Debido a que la temperatura del cuerpo humano continúa aumentando durante el baño, la temperatura bajará significativamente después de que salga el agua, formando una gran diferencia de temperatura. Cuando los vasos sanguíneos del cuerpo se dilatan y contraen, fácilmente pueden provocar un derrame cerebral o un infarto de miocardio.