Durante la pérdida de peso, ¿cómo asegurar que primero se pierda la grasa visceral y luego la cintura, el abdomen y los glúteos?
Hay dos tipos de tejido adiposo en el cuerpo humano: la grasa rebelde que contiene receptores α-adrenérgicos y la grasa ordinaria que contiene receptores β-adrenérgicos. La función de los receptores alfa es inhibir la lipasa y regular el suministro de energía muscular durante el ejercicio. Para decirlo sin rodeos, inhibirá la quema de grasa. La función de los receptores beta es activar la lipasa, acelerar la contracción muscular y favorecer la quema de grasas. La grasa rebelde contiene una alta densidad de receptores alfa adrenérgicos, mientras que la grasa normal contiene receptores beta adrenérgicos. Por eso la grasa rebelde es difícil de perder.
Cuando el ejercicio de corta duración produce fatiga, se activarán la lipasa y la glucosa en el hígado y el tejido adiposo, y el glucógeno muscular descompondrá la adrenalina para acelerar el ritmo cardíaco, la circulación sanguínea y la quema de grasas para liberar calor. Pero si se trata de fatiga prolongada, como quedarse despierto hasta tarde, trabajo y descanso irregulares, estrés elevado, ejercicio excesivo prolongado, etc. , el cuerpo humano activará el mecanismo de defensa (almacenará más energía para emergencias, combatirá un posible estrés a largo plazo), aumentará los receptores alfa, inhibirá la secreción de lipasa, evitará la quema de grasa y almacenará más grasa rebelde que es difícil de quemar. En el camino hacia la formación de grasa rebelde, la insulina también es la "contribuyente" y la culpable de acelerar la actividad del receptor alfa. Lo he dicho muchas veces antes, la insulina, una hormona, nos ayuda a controlar el azúcar en sangre y a almacenar grasa. En tiempos de escasez de alimentos, la insulina es el pequeño tesoro más importante de la vida humana. Sin embargo, ahora se ha convertido en el principal culpable de nuestro aumento de peso y en un obstáculo que nos impide perder peso. La grasa rebelde es más sensible a la insulina. La insulina aumenta la actividad de la enzima responsable de almacenar grasa (lipoproteína lipasa específica LSL) y disminuye la actividad de la enzima responsable de liberar grasa (lipasa sensible a hormonas HSL). La grasa rebelde es mucho más sensible a la insulina que la grasa normal. Lo que significa que la grasa rebelde tiende a almacenar más grasa y a liberar menos grasa que las moléculas de grasa normales. Además, el estrógeno también puede aumentar la actividad de los receptores alfa, lo que explica por qué las mujeres tienen más grasa rebelde que los hombres y por qué los niños pierden peso más rápido y mejor.