La actitud laboral de Liu Yulian
2005
Después de convertirse en modelo el 21 de enero, el médico rural Liu Yulian tenía un eslogan adicional: "El partido y el gobierno me han concedido un gran honor". Hay diferencias, pero este comienzo casi se ha convertido en un paradigma del discurso de Liu Yulian. Esta frase generalmente no aparece en los discursos de las conferencias. Durante las charlas diarias, Liu Yulian a menudo decía algo de repente. Cuando dijo esto, se sentó allí con la espalda recta y los ojos mirando directamente a la otra persona, sin ninguna cortesía ni pretensión. Incluyendo a Liu Yulian y su familia, nadie pensó que después de trabajar desde el amanecer hasta el anochecer para tratar las enfermedades de las personas durante más de 40 años en una zona rural remota, la "niña" Liu Yulian se haría famosa y se convertiría en un modelo moral. Luego, honores como el de destacada médica rural recayeron sobre ella uno tras otro.
Después de convertirse en modelo, la vida de Liu Yulian se dividió básicamente en dos partes: ver a un médico en el pueblo e ir a Beijing o Urumqi para recibir premios y aceptar entrevistas. Cuando todavía estaban en el útero de su madre, Liu Yulian usó un estetoscopio para escuchar los latidos de su corazón, y todas las vacunas que recibieron fueron administradas por la propia Liu Yulian. Incluso su madre fue entregada por la propia Liu Yulian. En el pequeño pueblo de Erbao Village, Liu Yulian ha tratado a tres generaciones de personas del pueblo, viejos y jóvenes. Es decir, en esta pequeña comunidad del oeste de China, donde la economía no está desarrollada, gracias a la existencia de Liu Yulian, la aldea Erbao, con más de 300 hogares, ha alcanzado el estado más ideal de atención primaria de salud: las enfermedades menores no salir del pueblo. El día que Liu Yulian llegó a Beijing para una reunión, la Oficina de Salud envió a alguien a recogerla a su casa.
Originalmente pensaron que Liu Yulian nunca había estado en Beijing, ni siquiera en Urumqi, la capital de la región autónoma. Esta vez viajó tan lejos y recibió un honor tan grande, y a su familia no se le permitió hacerlo. Hazlo en serio por ella. Sírvele dos platos deliciosos para despedirte.