¿Cuáles son los puntos clave de la dieta y el cuidado de la salud en invierno?
2. Consuma alimentos más nutritivos: Aunque el invierno es refrescante, es demasiado seco. Cuando la humedad es sólo del 22%, los labios y la lengua secos son inevitables. Los inviernos secos son especialmente propensos a provocar tos. Este tipo de tos casi siempre es seca y el método de tratamiento consiste principalmente en humedecerla y secarla. En definitiva, cuando el invierno es seco, todo el mundo necesita "hidratarse", como comer agua azucarada hervida, zanahorias y castañas de agua, manzanas guisadas con Fritillaria frita, etc.
3. Presta atención a los suplementos dietéticos: Para mejorar tu forma física, muchas personas suelen acostumbrarse a tomar algunos suplementos en invierno. El ginseng, la asta de venado, la gelatina de piel de burro, el astrágalo, etc. son, por supuesto, beneficiosos para las personas, pero si se toman incorrectamente, a menudo causan algunos efectos secundarios. Los suplementos dietéticos adecuados son económicos y no tienen efectos secundarios. Por tanto, a la hora de tomar suplementos para mantener la salud en invierno, primero debemos seguir el principio de "los complementos medicinales no son tan buenos como los complementos alimenticios".
Si las personas mayores no padecen enfermedades crónicas evidentes y tienen funciones digestivas normales, conviene consumir en invierno algunos alimentos complementarios nutritivos y fáciles de digerir según sus aficiones, condiciones económicas y entorno. Por ejemplo, alimentos de soya, nueces, polenta, vegetales de hojas verdes, batatas (batatas), ñame, etc. Es el ingrediente principal y también se añaden algunos alimentos de origen animal como cordero, camarones, pato y tortuga de caparazón blando. Además, la miel, los hongos blancos, la carne de longan y los hongos (como las setas) también se pueden consumir en cantidades adecuadas según las preferencias personales y las reacciones del cuerpo.