La fórmula para calcular la vida media
La fórmula de cálculo de la vida media: m=M(1/2)^(t/T).
Donde M es la masa del núcleo antes de la reacción, m es la masa del núcleo después de la reacción, t es el tiempo de reacción y T es la vida media. En física, cuanto más corta es la vida media, más inestable es el átomo y mayor es la probabilidad de que cada átomo se desintegre. Dado que la desintegración de un átomo ocurre de forma natural, es decir, es imposible predecir cuándo ocurrirá, se expresa como una probabilidad.
La vida media es una cantidad característica de un radionucleido, es decir, el tiempo necesario para que la actividad radiactiva del nucleido se reduzca a la mitad.
Cualquier trozo de materia que observamos contiene una gran cantidad de átomos. Los materiales radiactivos contienen una gran cantidad de núcleos atómicos inestables. Cuando los núcleos atómicos arrojan energía hacia el exterior en forma de partículas emitidas, se convierten en una entidad más. Este proceso se llama "desintegración" del núcleo.
La desintegración de los núcleos inestables no ocurre al mismo tiempo. Es aleatorio qué núcleo inestable alcanza primero el estado de desintegración. Pero para una gran cantidad de núcleos, en un momento determinado, el número de desintegraciones nucleares que ocurren por unidad de tiempo tiene una proporción estadísticamente cierta.
Ley de Einstein:
Cuando los átomos comienzan a desintegrarse, su número será cada vez menor y la velocidad de desintegración también se reducirá. Por ejemplo, si un átomo tiene una vida media de una hora, después de una hora los átomos restantes que no se han desintegrado serán la mitad de su valor original, después de dos horas será un cuarto y después de tres horas será un octavo de su tamaño original.
La desintegración de un átomo produce otro elemento y emite partículas alfa, beta o neutrinos. Tras la desintegración, el átomo también emite rayos Gamma. Según la fórmula de conservación de masa-energía de Einstein, E = mc ^ 2; la desintegración es una de las formas de convertir masa en energía.
Normalmente, los productos producidos por la desintegración también son radiactivos, por lo que habrá una serie de procesos de desintegración hasta que el átomo se desintegre en un isótopo estable.