¿Se puede comer la calabaza con esos alimentos?
El consumo prolongado de calabaza puede ayudar a reponer la energía vital, reducir los lípidos y el azúcar en sangre, eliminar el calor y desintoxicar, proteger la mucosa gástrica y ayudar a la digestión. Su eficacia se aplica principalmente a la deficiencia del bazo, la desnutrición, los abscesos pulmonares y las quemaduras por agua y fuego.
La calabaza es rica en caroteno y vitamina C, que pueden fortalecer el bazo, prevenir la gastritis, prevenir la ceguera nocturna, proteger el hígado, suavizar la piel y neutralizar los carcinógenos. Las frutas y verduras amarillas también son ricas en dos tipos de vitaminas A y D; la vitamina A puede proteger la mucosa gastrointestinal y prevenir la gastritis, la úlcera gástrica y otras enfermedades.
La vitamina D puede favorecer la absorción de calcio y fósforo, dos elementos minerales, fortaleciendo así músculos y huesos, y tiene cierto efecto preventivo sobre enfermedades comunes como el raquitismo en niños, la miopía en adolescentes y la osteoporosis en personas de mediana edad y mayores.