Manifestaciones clínicas de los tumores orales y maxilofaciales
El cáncer bucal suele manifestarse en tres tipos: tipo ulceroso, tipo infiltrativo y tipo papilar. Al principio suele haber úlceras locales, induraciones o pequeños nódulos. Generalmente no hay dolor espontáneo evidente. A medida que el cáncer crece rápidamente e invade los tejidos circundantes y más profundos, puede aparecer dolor. La induración aumenta, el tumor sobresale, la superficie está ulcerada o el borde en forma de coliflor está elevado, la base es dura, el centro está necrótico y hay mal olor. A menudo acompañada de infección, la superficie puede sangrar fácilmente. Los cánceres en diferentes ubicaciones tienen diferentes síntomas y disfunciones debido a la destrucción de tejidos y órganos adyacentes. Por ejemplo, el cáncer de lengua causa un dolor evidente y diversos grados de movimiento limitado de la lengua, lo que afecta la deglución, el habla y otras funciones. Es altamente maligno y se desarrolla rápidamente, y puede ocurrir metástasis en los ganglios linfáticos en una etapa temprana. El cáncer de encías a menudo afecta el hueso alveolar, lo que hace que los dientes se aflojen o sean propensos a caerse. Si continúa expandiéndose, puede invadir la mandíbula, el seno maxilar y el nervio alveolar inferior de la mandíbula, provocando dolor o entumecimiento.
La metástasis del cáncer oral implica principalmente el drenaje linfático a los ganglios linfáticos regionales, siendo los más comunes los ganglios linfáticos submandibulares y los ganglios linfáticos cervicales profundos. Algunos se pueden transmitir a través de la sangre. En la etapa tardía, pueden ocurrir metástasis a distancia, generalmente en los pulmones, y también puede ocurrir caquexia.