La lechuga es una verdura adecuada para las madres durante el confinamiento.
Diurética y favorece la circulación sanguínea
La lechuga tiene el efecto de diuresis y favorece la circulación sanguínea, lo que ayuda en la digestión y absorción de grasas, proteínas y otras macromoléculas. Esto es muy beneficioso para la recuperación posparto y puede ayudar a las madres a recuperar fuerzas y mantenerse saludables.
Mejora la inmunidad
El "inductor de interferón" contenido en la lechuga puede estimular las células normales del cuerpo para que produzcan interferón, produciendo así una "proteína antiviral" que inhibe los virus y mejora la resistencia a la inmunidad. La lechuga puede aumentar la resistencia del cuerpo y fortalecerlo.
Consumo moderado
Por lo general, las mujeres embarazadas pueden comer una cantidad moderada de lechuga durante el parto, lo que no sólo puede cubrir las necesidades nutricionales, sino también fortalecer el organismo y ayudar a potenciar la resistencia. Sin embargo, cabe destacar que la lechuga es una verdura fría, y comerla en exceso puede causar molestias, por lo que debes comerla con moderación y procurar que esté tibia al comerla.