¿Qué alimentos pueden aliviar la toxicidad hepática?
1. La proteína puede reparar el hígado. Los huevos, el tofu, la leche, el pescado, el pollo, las semillas de sésamo, los piñones y otros alimentos "ricos en proteínas y bajos en calorías" son los favoritos del hígado. La proteína rica en estos alimentos actúa como el "trabajador reparador" del hígado, reparando las células del hígado y favoreciendo su regeneración.
Las personas normales deberían consumir más de 90 gramos de proteína de alta calidad cada día. Para las personas con función hepática dañada y debilitada, comer más alimentos ricos en proteínas es más propicio para la recuperación de la salud del hígado y para prevenir daños mayores. Los pacientes con hepatitis aguda no deben consumir menos de 80 gramos de proteína por día; los pacientes con cirrosis no deben consumir menos de 100 gramos.
2. Al hígado le encanta comer azúcar. La mayoría de la gente no sabe que el azúcar es una sustancia importante que protege el hígado. Cada gramo de glucosa puede proporcionar aproximadamente el 70% de la energía que necesita el cuerpo humano. Si una persona está en un estado de poca energía durante mucho tiempo, afectará la función hepática.
El azúcar también puede sintetizar una sustancia llamada glucógeno, que se almacena en el hígado para evitar daños a las células hepáticas por las toxinas que ingresan al cuerpo. A excepción de los diabéticos, la gente común y corriente puede calcular la cantidad de azúcar que debe consumir cada día en función de su peso. Con 1 gramo de azúcar por kilogramo de peso corporal, un adulto que pese 60 kilogramos no debería consumir más de 60 gramos de azúcar al día.
Según esta norma, no sólo no se acortará la vida útil, sino que también será beneficiosa para la salud. En general, las principales fuentes de azúcar son el arroz, la pasta, el azúcar, la miel, los zumos, las frutas, etc. Una cucharada de mermelada contiene aproximadamente 15 g de azúcar, una lata de cola contiene aproximadamente 37 g de azúcar, 3 trozos pequeños de chocolate contienen aproximadamente 9 g de azúcar y un cono de helado contiene aproximadamente 10 g de azúcar.
4. La vitamina A puede combatir el cáncer de hígado. El hígado es el "almacén" del cuerpo para almacenar vitaminas. Cuando el hígado está dañado, también se reduce la capacidad del "almacén" para almacenar vitaminas. Las investigaciones muestran que la vitamina A puede proteger el hígado y prevenir e inhibir la proliferación de células cancerosas en el hígado.
Puede restaurar la función normal del tejido y ayudar a los pacientes de quimioterapia a reducir la tasa de recurrencia del cáncer. La ingesta diaria de vitamina A es de 800 microgramos para los hombres y 750 microgramos para las mujeres. Nunca exceda los 3000 microgramos para evitar daño hepático.
Comer una zanahoria, 65 gramos de hígado de pollo, 200 gramos de atún en lata o un vaso de leche cada día es suficiente. Los tomates, las zanahorias, las espinacas, el hígado de animales, el aceite de hígado de bacalao y los productos lácteos también contienen grandes cantidades de vitamina A.
5. Las vitaminas del grupo B son la “gasolinera” del hígado. Las vitaminas B son como el "depósito de aceite" del cuerpo. Pueden acelerar el metabolismo de sustancias y convertirlas en energía. No sólo pueden "reabastecer" el hígado, sino también reparar la función hepática y prevenir la aparición del hígado graso, previniendo así el hígado graso.
Las personas a las que les gusta beber especialmente necesitan tomar más suplementos, porque las investigaciones muestran que las vitaminas B pueden mejorar la tolerancia del hígado al alcohol, protegiendo así el hígado. Debido a que las vitaminas B son solubles en agua y sólo permanecen en el cuerpo durante unas pocas horas, deben suplementarse todos los días.
Las personas que ya padecen una enfermedad hepática deben tomar entre 10 mg y 30 mg al día, y la ingesta máxima no debe exceder los 30 mg. La carne de cerdo, la soja, el arroz, las setas y otros alimentos son ricos en vitamina B, pero si te resulta difícil absorberlas todas, puedes optar por algunos suplementos.
Datos ampliados:
Los cuatro alimentos más perjudiciales para el hígado
1. El alcohol puede dañar el hígado, especialmente en pacientes con daño hepático. Sin duda, beber alcohol es otro duro golpe para el hígado y puede provocar un agravamiento aún mayor del daño hepático. Para los pacientes con enfermedad hepática que tienen una desintoxicación y un metabolismo bajos, el acetaldehído, un metabolito intermedio del alcohol, tiene un efecto dañino directo sobre las células del hígado. Por lo tanto, es mejor que los pacientes con función hepática deficiente se mantengan alejados del alcohol.
2. Alimentos que contienen conservantes. Varios alimentos preparados, como fideos instantáneos, salchichas, alimentos enlatados, etc., pueden agregar conservantes y colorantes alimentarios, lo que aumentará la carga sobre el metabolismo del hígado y las funciones de desintoxicación, especialmente en pacientes con capacidades de desintoxicación hepática deficientes.
3. Alimentos mohosos.
Según las investigaciones, los alimentos mohosos como el maní, la soja, el maíz y otros alimentos pueden producir una aflatoxina cancerígena, que es extremadamente tóxica para el hígado y puede provocar fácilmente daños, degeneración e incluso necrosis de las células del hígado, lo que puede provocar o inducir cáncer de hígado y, por lo tanto, es extremadamente perjudicial para el cuerpo y el hígado.
4. Semillas de girasol. Contiene ácidos grasos insaturados. Un consumo excesivo consumirá una gran cantidad de colina en el cuerpo, lo que fácilmente puede provocar el almacenamiento de grasa en el hígado, afectando así la función de las células hepáticas, lo que no es bueno para el hígado.
People's Daily Online - Los cuatro alimentos son los más dañinos para el hígado y no deben comerse.