Hipertensión de confinamiento 100

El rango de presión arterial es presión arterial sistólica (presión alta) 90-140 mmhg (12,0-18,7 kpa), presión arterial diastólica (presión baja) 60-90 mmhg (8,0-12,0 kpa). Si es superior a este rango, puede ser presión arterial alta o hipertensión límite, y se debe prestar atención a la aparición del síndrome de hipertensión inducida por el embarazo; si es inferior a este rango, puede ser hipotensión y se debe prestar atención; dedicado al fortalecimiento de la nutrición.

Los efectos de la hipertensión gestacional dependen de la etapa del embarazo en la que se presentan los síntomas y del grado de presión arterial elevada. Cuanto más alta es la presión arterial, más cerca está el embarazo temprano y mayor es el riesgo de problemas para la mujer embarazada. Afortunadamente, la mayoría de las mujeres embarazadas con hipertensión gestacional tienen síntomas leves que no se manifiestan hasta más cerca del parto (37 semanas o más tarde). Si es usted, su riesgo de tener un parto inducido o una cesárea es ligeramente mayor que el de otras. Pero aparte de eso, su salud y la de su bebé no se verán muy afectadas.

Sin embargo, aproximadamente 1/4 de las mujeres con hipertensión gestacional desarrollarán preeclampsia durante el embarazo o el parto, o poco después de dar a luz a su bebé. Si una mujer embarazada desarrolla hipertensión gestacional dentro de las 30 semanas posteriores al embarazo, existe un 50% de posibilidades de desarrollar preeclampsia. Además, las mujeres embarazadas con hipertensión inducida por el embarazo tienen un mayor riesgo de sufrir otras complicaciones del embarazo, como restricción del crecimiento intrauterino, parto prematuro, desprendimiento de placenta, muerte fetal, etc. Debido a estos peligros, los médicos les prestarán más atención a usted y a su bebé.

Que las mujeres embarazadas con hipertensión arterial puedan dar a luz depende, naturalmente, en primer lugar de la posición fetal. Si la posición fetal es buena, el parto vaginal no supone un gran problema. También depende de qué tan alta sea tu presión arterial. Si no es grave, el parto natural no supone ningún problema. Si tienes hipertensión severa, se recomienda no correr riesgos.