Primero deben aclararse los principios que se deben seguir para el uso racional de los medicamentos.
Para lograr un uso racional de los medicamentos, en primer lugar debemos realizar un diagnóstico claro de la enfermedad y utilizar los fármacos de forma selectiva; en segundo lugar, tras determinar inicialmente qué fármaco utilizar, debemos basarnos en la farmacodinamia y las características farmacocinéticas del seleccionado. Establecer dosis, vía de administración y duración del tratamiento adecuadas. Además, se deben tener en cuenta las posibles reacciones adversas al medicamento y lo mejor es implementar una administración individualizada.
Principios básicos del uso racional de medicamentos
1. Seguridad: El paciente debe ser diagnosticado claramente antes de tomar el medicamento, para que pueda asumir el mínimo riesgo del tratamiento y recibir el máximo tratamiento. efecto.
2. Eficaz: Los fármacos utilizados pueden ralentizar el proceso de la enfermedad, aliviar los síntomas clínicos, curar la enfermedad o regular las funciones fisiológicas humanas.
3. Economía: No significa que cuanto menor sea el precio del medicamento utilizado, más económico podrá conseguir el máximo efecto terapéutico al menor coste médico posible y reducir el coste para los pacientes. .
4. Individualización: Se deben seleccionar los fármacos adecuados según la propia situación del paciente.
5. Capte la particularidad del paciente hacia los medicamentos: algunos pacientes tienen reacciones especiales a ciertos medicamentos, como reacciones alérgicas, por lo que al elegir medicamentos, evite aquellos que causen reacciones especiales en los pacientes.
6. Comprenda las contraindicaciones de los medicamentos: En general, los medicamentos tienen contraindicaciones, es decir, cierto tipo de personas o personas con determinadas enfermedades no pueden utilizar dichos medicamentos, por lo que se debe tener cuidado al elegirlos.