¿Puedo comer pollo durante la lactancia?

Durante el período de lactancia, muchas madres suelen comer sopas nutritivas para mejorar la calidad de la leche materna y promover la secreción de más leche. La sopa de pollo, la sopa de costillas de cerdo, la sopa de pescado y otras sopas son aptas para madres lactantes y son ricas en proteínas. Entonces, ¿se puede comer polla durante la lactancia?

Las madres embarazadas pueden comer gallos durante el período de lactancia, porque los gallos tienen un contenido de proteínas de alta calidad relativamente alto y una alta digestibilidad, y son más fáciles de absorber y utilizar por las madres lactantes. Y estas proteínas pueden satisfacer plenamente las necesidades proteicas tanto de la madre como del niño. Las madres que amamantan pueden comer algunos gallos de forma adecuada o beber un poco de guiso de gallo, lo que también puede aumentar la producción de leche.

También hay menos grasa en los faisanes, por lo que las mujeres embarazadas no son propensas a la obesidad y no provocarán indigestión ni diarrea en los bebés. Por eso, es bueno que las madres lactantes coman gallo después de dar a luz, tanto para su bebé como para su propia salud. Pero si una madre lactante siente que sus senos están obviamente hinchados pero no hay leche, entonces no debe beber leche de gallo, porque esto puede causar mastitis.

La polla tiene el efecto de nutrir la sangre y el qi, fortalecer el bazo y el estómago, y es adecuada para personas débiles después de una enfermedad, mujeres embarazadas y algunas personas con constitución débil. El pollo y el caldo de pollo son alimentos nutritivos que ayudan al organismo de la madre a recuperarse y además son buenos nutrientes para la lactancia. Durante la lactancia, la madre debe disponer de suficiente leche para asegurar el aporte nutricional del bebé.