¿Comer demasiado helado dañará tus dientes?

Los principales componentes nutricionales del helado son el azúcar y la grasa. El consumo prolongado de grandes cantidades o incluso como sustituto de las comidas habituales puede provocar deficiencias nutricionales y provocar daños en los dientes y obesidad.

Comer helado con moderación, por ejemplo, una o dos porciones al día está bien. Si tus dientes son sensibles a la estimulación del frío, come menos.

El consumo excesivo de bebidas frías puede suponer un peligro para tus dientes. Cualquier persona con lesiones o desgaste en el esmalte dental experimentará dolor de muelas, dolor de muelas y otras molestias si sus dientes encuentran estimulación fría al ingerir bebidas frías. La amenaza de las bebidas frías para los dientes proviene principalmente de dos aspectos: (1) La estimulación física por frío por debajo de 15 ℃ puede causar espasmos pulpares y, en casos graves, puede producirse pulpitis (2) Estimulación química ácida, la mayoría de las bebidas; en verano son ácidos, y la resistencia ácida del esmalte dental es débil, por lo que es fácil de disolver y descalcificar, dando lugar a la aparición de caries dental.

El helado se elabora a base de agua potable, leche, leche en polvo, nata (o aceite vegetal), azúcar, etc. y aditivos alimentarios apropiados, y se mezclan, esterilizan, homogeneizan, envejecen, congelan y endurecen para producir una bebida congelada de volumen expandido.

Apto para personas: Personas que necesitan refrescarse y reponer energías.

No apto para los siguientes grupos:

(1) ¿Personas de mediana edad y mayores y niños? .

(2) Pacientes con diabetes, gastroenteritis, colecistitis, hepatitis, trastornos gastrointestinales y otras enfermedades.

(3) Pacientes con neuralgia del trigémino y cefalea.