Convenza a su bebé para que se duerma: después de 3 meses, podrá romper gradualmente el hábito de "abrazarlo".
La postura correcta para acostar a tu bebé.
Cuando acuestes a tu bebé, ¡recuerda evitar bajar la cabeza o levantar los pies! Primero puede colocar suavemente el trasero del bebé sobre la cama, estabilizarlo durante uno o dos minutos y luego bajar lentamente la cabeza. Finalmente, retira suavemente tu mano. Para calmar a su bebé, intente rodearlo con sus brazos y acaricie o sostenga suavemente su mano. Esto hará que a tu bebé le resulte más fácil adaptarse a la sensación de estar tumbado en la cama.
Uso ingenioso de las toallas
Los bebés que duermen con los brazos cruzados pueden despertarse debido a los cambios de temperatura cuando se les acuesta. Aquí tienes un pequeño consejo: cuando cargues a tu bebé, puedes ponerle una toalla suave en el brazo. Cuando acueste a su bebé, use una toalla para acostarlo. De esta forma el bebé no se alertará por los cambios de temperatura. Cuando tu bebé duerma más tranquilo, retira con cuidado la toalla de la cama. ¡Recuerda no dejar una toalla para evitar que tu bebé se atragante!
Entrena a tu bebé para que se duerma de forma independiente.
Para mantener un ambiente de sueño constante, intente acostar a su bebé en la cama cuando esté aturdido y déjelo completar el proceso de quedarse dormido directamente en la cama. Si el bebé no se adapta al principio, puede utilizar métodos calmantes in situ, como palmaditas, ruido blanco y abrazos, para ayudarlo a adaptarse gradualmente y conciliar el sueño en diez minutos, lo que reduce la posibilidad de que se despierte en la cama después de dormir.