Nueva interpretación de la sopa de pollo para el confinamiento: ¡Gallo es mejor!
Las gallinas no son aptas para el consumo.
Las gallinas contienen estrógenos, que pueden inhibir la producción de prolactina en el organismo y afectar la secreción de leche. Al mismo tiempo, las gallinas viejas siguen siendo "cosas peludas" y pueden hacer que el cuerpo sea más obeso, lo que supone una gran carga para las nuevas madres con intestinos y estómagos débiles.
Las pollas son mejores.
Las hormonas masculinas de los gallos pueden ayudar a secretar leche y, al mismo tiempo, el contenido de grasa es menor, lo que favorece la aptitud física. Su rico colágeno y otros nutrientes no sólo pueden reponer la sangre y el qi, sino también tratar las manos y los pies fríos, la anemia, etc. Lo que es aún más sorprendente es que algunos ingredientes de los gallos también pueden ayudar a reparar el tejido hepático y mejorar la inmunidad.