Me arrepiento de haberle dado hormona del crecimiento a mi hija. Realmente me arrepiento de haberle dado hormona del crecimiento a mi hija.
La hormona del crecimiento se utiliza para tratar a pacientes con baja estatura provocada por la falta de hormona del crecimiento. En la actualidad, la hormona del crecimiento se presenta principalmente en dos formas: polvo y líquido, que se inyectan en el cuerpo humano mediante inyección. Mucha gente dice que las hormonas cambian de color. De hecho, esta hormona del crecimiento no da tanto miedo como todo el mundo piensa. Muchos ensayos clínicos han demostrado que la hormona del crecimiento es segura y confiable cuando se administra bajo estándares estrictos. Sin embargo, nada es absolutamente seguro. Es posible que todavía se produzcan algunos efectos secundarios por tomar la hormona del crecimiento. Algunos padres se arrepienten de haberles dado a sus hijos la hormona del crecimiento, posiblemente debido a sus efectos secundarios. En términos generales, los efectos secundarios comunes son dolor, enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la inyección, que desaparecerán en unos pocos días, pero aún existen algunos otros efectos secundarios.
El nivel de azúcar en sangre de algunas personas puede cambiar después de inyectarse la hormona del crecimiento, provocando hiperglucemia. Si se inyecta durante mucho tiempo, un pequeño número de personas producirá anticuerpos, lo que afectará la eficacia si el medicamento no está estandarizado, la sobredosis a largo plazo también puede provocar acromegalia y si hay tumores en el cuerpo humano; La hormona del crecimiento puede causar el crecimiento de tumores. Además, puede producirse hipotiroidismo, lo que afecta la eficacia de la hormona del crecimiento.
Por lo que lo mejor es inyectar la hormona del crecimiento cuando el niño aún no ha desarrollado las características sexuales secundarias, alrededor de los 11-12 años para los niños y de los 10-12 años para las niñas. Si la tendencia de crecimiento del niño es normal, no se necesitan más inyecciones. Antes de tomar la hormona del crecimiento, se deben realizar una serie de exámenes completos para asegurarse de que el niño no tenga enfermedades metabólicas ni tumores. Lo mejor es acudir a una consulta de seguimiento una vez al mes dentro de los seis meses posteriores a la inyección de la hormona del crecimiento y seguir los consejos del médico.
Además del tratamiento con hormona del crecimiento, los niños también deben recibir una nutrición adecuada y desarrollar hábitos regulares de trabajo y descanso.