Red de conocimientos sobre prescripción popular - Conocimiento de perdida de peso - ¿Qué razas de perros o gatos son susceptibles a enfermedades genéticas debido a su raza?

¿Qué razas de perros o gatos son susceptibles a enfermedades genéticas debido a su raza?

Gatos persas: la poliquistosis renal provoca insuficiencia renal y los problemas respiratorios y de las glándulas lagrimales causados ​​por conductos nasales especialmente cortos son inevitables.

Gatos Azules Rusos: Pueden heredar la enfermedad de insuficiencia renal, que es hereditaria.

Gatos de orejas dobladas: Mientras sean portadores del gen del gato de orejas dobladas, tendrán enfermedades genéticas esqueléticas y un desarrollo anormal de cartílagos y huesos. Actualmente no existe cura para esta enfermedad. Una vez que se produce un ataque, el gato morirá de dolor. También existen problemas cardíacos, como la muerte súbita provocada por hipertrofia cardíaca.

Gatos americanos de patas cortas y gatos británicos de patas cortas: Las enfermedades genéticas cardiovasculares también son problemas médicos que no se pueden curar artificialmente. Especialmente los gatos machos de pelo corto pueden tener enfermedades cardíacas congénitas y miocarditis, y pueden morir repentinamente, generalmente entre 1 y 3 años.

Gatos de orejas rizadas: Las enfermedades óseas se pueden heredar y actualmente son incurables.

Los gatos siameses son susceptibles a sufrir insuficiencia renal, enfermedades oculares, mucopolisacaridosis VI, tumores mesentéricos, bronquitis alérgica, dificultades de fertilidad, muerte fetal, linfoma, etc. Además, los huesos unidos modernos, especialmente la pelvis y la cola, son particularmente propensos a sufrir problemas esqueléticos. Los problemas pélvicos siameses son propensos a sufrir problemas, pero no provocan la muerte.

En segundo lugar, el cáncer de mama es frecuente en cabellos no esterilizados, y hasta el 80% de ellos son tumores malignos. La mayoría de las gatas mayores de seis años desarrollarán cáncer de mama. El cáncer de mama es muy raro en las gatas castradas, especialmente en las castradas por primera vez. Una esterilización temprana puede reducir el riesgo a la mitad.