¿Qué comes en verano?
No ingerir alimentos duros, salados o fríos.
La madre se muestra débil tras dar a luz y tiene poca actividad. Comer alimentos duros puede provocar fácilmente indigestión. Los alimentos salados contienen mucha sal, lo que fácilmente puede provocar retención de agua y sodio en el cuerpo de la madre, provocando edema. Durante el período de encierro en verano, las madres a veces comen algunos alimentos fríos, como helados, bebidas heladas, bebidas frías. etc., pero comerlos demasiado pronto después del parto no solo afecta los dientes y la función digestiva, sino que también daña fácilmente el bazo y el estómago, lo que no favorece la descarga de loquios.
No tengas prisa por conseguir ginseng.
Las madres primerizas que acaban de dar a luz consumen mucha energía y fuerza física y necesitan reposo en cama. Si toma ginseng en este momento, tendrá dificultades para conciliar el sueño debido a la excitación, lo que afectará su recuperación de energía. Por lo tanto, las nuevas madres no deben tomar ginseng dentro de la semana posterior al parto. Siete días después de dar a luz, las heridas de la nueva madre han sanado. Comer un poco de ginseng en este momento ayudará a que el cuerpo de la nueva madre se recupere. Pero no tomes demasiado. El ginseng es picante por naturaleza, por lo que es más probable que tomarlo en verano enoje a las nuevas madres.
No comas demasiados huevos.
Las investigaciones médicas muestran que durante todo el puerperio, las nuevas madres necesitan alrededor de 100 g de proteína cada día, por lo que comer de 3 a 4 huevos al día es suficiente. Comer demasiados huevos aumentará la carga sobre el tracto gastrointestinal e incluso causará fácilmente problemas estomacales.
No coma demasiado glutamato monosódico
Para evitar que su bebé tenga una deficiencia de zinc, las nuevas madres deben evitar comer demasiado glutamato monosódico. En términos generales, está bien que los adultos coman glutamato monosódico, pero para los bebés y niños pequeños, especialmente los menores de 12 semanas, si la madre ingiere una cantidad excesiva de glutamato monosódico mientras sigue una dieta alta en proteínas durante la lactancia, será muy perjudicial para ellos. el bebé y provocar una deficiencia de zinc. De esta forma, el bebé no sólo es propenso al mal gusto y a la anorexia, sino que también tiene consecuencias adversas como retraso mental y retraso en el crecimiento y desarrollo.